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Ester 1:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Todos los invitados podían beber cuanto quisieran, pues los camareros habían recibido instrucciones del rey de servir a cada uno lo que deseara.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada uno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Por decreto del rey, no había límite de consumo, porque el rey había dado instrucciones a todos los empleados del palacio de que sirvieran a cada hombre cuanto quisiera.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sin embargo nadie era obligado a beber, porque el rey había ordenado a todos sus sirvientes que respetaran la voluntad de cada uno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y la bebida era brindada, según lo establecido, sin compulsión para nadie, por cuanto el rey había dispuesto que los funcionarios de su palacio vieran que cada cual hiciera según su propio gusto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La bebida se daba por disposición del rey, pero a nadie se le obligaba, pues así lo había mandado el rey a todos los intendentes de su palacio, para que cada cual siguiera sus propios deseos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y la bebida era según la ley: Sin ninguna obligación; porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa; que se hiciese según la voluntad de cada uno.

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Ester 1:8
6 Referencias Cruzadas  

En copas de oro de las más variadas formas se servía el vino real, el cual corría a raudales, como era de esperarse del rey.


La reina Vasti, por su parte, ofreció también un banquete para las mujeres en el palacio del rey Asuero.


Nosotros obedecemos todo lo que nos ordenó Jonadab, hijo de Recab. Nunca bebemos vino; tampoco lo hacen nuestras mujeres ni nuestros hijos.


En la mano del Señor Babilonia era una copa de oro que embriagaba a toda la tierra. Las naciones bebieron de su vino y se enloquecieron.


—Ahora saquen un poco y llévenlo al encargado del banquete —dijo Jesús. Así lo hicieron.


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