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Daniel 8:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

1 «En el tercer año del reinado de Belsasar yo, Daniel, tuve una visión, después de la que ya había tenido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Durante el tercer año del reinado de Belsasar, yo, Daniel, tuve otra visión, después de la que ya se me había aparecido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El tercer año del reinado de Belsasar, yo Daniel, recibí una nueva visión como continuación de las anteriores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar, yo, Daniel, tuve una visión, después de la que ya había tenido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 En el año tercero del reinado de Baltasar, yo, Daniel, tuve una visión, después de aquella que ya había tenido.

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Daniel 8:1
11 Referencias Cruzadas  

En el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones mientras yacía en su lecho. Entonces puso por escrito lo más importante de su sueño.


Pero tan pronto como surja su imperio, se quebrará y se esparcirá hacia los cuatro vientos del cielo. Este imperio no será para sus descendientes, ni tendrá el poder que tuvo bajo su gobierno, porque Dios lo dividirá y se lo entregará a otros.


»Yo, Daniel, fui el único que tuvo esta visión. Los que estaban conmigo, aunque no vieron nada, se asustaron y corrieron a esconderse.


«En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si estuviera de luto.


En su primer año de reinado, yo, Daniel, comprendí ese pasaje de las Escrituras donde el Señor comunicó al profeta Jeremías que la ruina de Jerusalén duraría setenta años.


»Mientras yo, Daniel, contemplaba la visión y trataba de entenderla, de repente apareció ante mí alguien de apariencia humana.


»Aquí termina el relato. Yo, Daniel, me quedé desconcertado por tantas ideas que me pasaban por la mente, a tal grado que palideció mi rostro. Pero guardé esto para mí mismo».


»Yo, Daniel, me quedé agitado por dentro a causa de las visiones que pasaban por mi mente.


En el día quinto del mes cuarto del año treinta, mientras me encontraba entre los deportados a orillas del río Quebar, los cielos se abrieron y recibí visiones de Dios.


A estos cuatro jóvenes Dios los dotó de sabiduría e inteligencia para entender toda clase de literatura y ciencia. Además, Daniel podía entender toda visión y todo sueño.


En ella me veía en la ciudad de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay.


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