Daniel 5:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 20222 Mientras bebía, Belsasar mandó que trajeran las copas de oro y de plata que Nabucodonosor, su padre, había tomado del Templo de Jerusalén, para que también bebieran sus nobles junto con sus esposas y concubinas. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19602 Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente2 Mientras Belsasar bebía, mandó traer las copas de oro y plata que su antecesor, Nabucodonosor, había sacado del templo de Jerusalén. Quería beber en ellas con sus nobles, sus esposas y sus concubinas. Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)2 Después de haber probado el vino, Belsasar ordenó que trajeran los vasos de oro y de plata que su padre Nabucodonosor había sacado del Templo de Jerusalén. Tanto el rey como sus altos funcionarios, sus mujeres y sus concubinas querían beber en ellos. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion2 Recalentado con el vino, Belsasar mandó traer los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre° había sacado del Santuario de Jerusalem, para que bebieran en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19752 Bajo los efectos de la bebida, mandó traer los vasos de oro y de plata que su padre Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus magnates, sus mujeres y sus concubinas. Ver CapítuloBiblia Reina Valera Gómez (2023)2 Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había sacado del templo de Jerusalén; para que bebiesen en ellos el rey y sus príncipes, sus esposas y sus concubinas. Ver Capítulo |
Por el contrario, se ha opuesto al Señor del cielo mandando traer de su Templo las copas para que beban en ellas usted y sus nobles, sus esposas y concubinas. Usted glorificó a los dioses de oro, plata, hierro, madera y piedra, dioses que no pueden ver ni oír ni entender. Pero no glorificó al Dios en cuyas manos se encuentran su vida y todos sus caminos.