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Daniel 1:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 El Señor permitió que Joacim cayera en manos de Nabucodonosor. Junto con él, cayeron en sus manos algunos de los utensilios del Templo de Dios, los cuales Nabucodonosor se llevó a Sinar y puso en el tesoro del templo de sus dioses.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El Señor le dio la victoria sobre el rey Joacim de Judá y le permitió llevarse algunos de los objetos sagrados del templo de Dios. Así que Nabucodonosor se los llevó a Babilonia y los puso en la casa del tesoro del templo de su dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 El Señor puso en sus manos a Joaquín, rey de Judá y una parte de los objetos del Templo de Dios; aquél los llevó a la tierra de Senaar y depositó esos objetos en el tesoro de sus dioses.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y Adonay entregó en su mano a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la Casa de Dios, y los llevó a tierra de Sinar, al templo de su dios, y colocó los utensilios en el tesoro del templo de su dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y parte de los objetos de la casa de Dios. Los llevó a la tierra de Senaar, al templo de sus dioses, y puso los objetos en el tesoro del templo de sus dioses.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y parte de los vasos de la casa de Dios, y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios; y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios.

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Daniel 1:2
30 Referencias Cruzadas  

Las principales ciudades de su reino fueron Babel, Érec, Acad y Calné, en la región de Sinar.


Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar y allí se establecieron.


Durante el reinado de Joacim, lo atacó Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo sometió durante tres años, al cabo de los cuales Joacim decidió rebelarse.


Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén once años, pero hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios.


Además, Nabucodonosor se llevó a Babilonia los utensilios del Templo del Señor y los puso en su templo en Babilonia.


Además, el rey Ciro hizo sacar los utensilios que Nabucodonosor se había llevado del Templo del Señor en Jerusalén y había depositado en el templo de su dios.


En aquel día el Señor volverá a extender su mano para recuperar al remanente de su pueblo, a los que hayan quedado en Asiria, en Egipto, Patros y Cus; en Elam, Sinar, Jamat y en las islas del Mediterráneo.


¿Quién entregó a Jacob para el despojo, a Israel para el saqueo? ¿No es acaso el Señor contra quien su pueblo ha pecado? No siguieron sus caminos ni obedecieron su Ley.


Esta es la palabra que vino a Jeremías con relación a todo el pueblo de Judá. La recibió en el año cuarto del reinado de Joacim, hijo de Josías y rey de Judá, es decir, durante el año primero del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia.


También comuniqué a los sacerdotes y a todo el pueblo que así dice el Señor: «No hagan caso a los profetas que aseguran que muy pronto les serán devueltos de Babilonia los utensilios del Templo del Señor. ¡Tales profecías son puras mentiras!


Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios del Templo del Señor que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de este lugar a Babilonia.


Pero cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió esta tierra, dijimos: “Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejército babilonio y del ejército arameo”. Por eso ahora vivimos en Jerusalén».


«¡Anuncien y proclamen entre las naciones! ¡Proclámenlo, levanten un estandarte! No oculten nada, sino digan: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel quedará en vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado! ¡Sus imágenes quedan humilladas y sus ídolos, aterrados!”.


Voy a castigar al dios Bel en Babilonia; haré que vomite lo que se ha tragado. Ya no acudirán a él las naciones ni quedará en pie el muro de Babilonia.


Daniel fue llevado a la presencia del rey y este preguntó: —¿Así que tú eres Daniel, uno de los exiliados que mi padre trajo de Judá?


»Su Majestad, el Dios Altísimo dio al rey Nabucodonosor, su padre, grandeza, gloria, majestad y esplendor.


Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes y quema incienso a sus mallas, pues gracias a sus redes su porción es sabrosa y su comida es suculenta.


Y él me respondió: «Se lo llevan al país de Sinar, para construirle una casa. Cuando la casa esté lista, colocarán el recipiente allí, sobre un pedestal».


¿Cómo podría un hombre perseguir a mil si su Roca no los hubiera vendido? ¿Cómo podrían dos hacer huir a diez mil si el Señor no los hubiera entregado?


Entonces el Señor se enfureció contra los israelitas y los entregó en manos de invasores que los saquearon. Los dejó en manos de los enemigos que tenían a su alrededor, a los que ya no pudieron hacerles frente.


El Señor se enfureció contra Israel a tal grado que los entregó en manos de Cusán Risatayin, rey de Aram Najarayin, a quien estuvieron sometidos durante ocho años.


Así que el Señor los entregó en manos de Jabín, un rey cananeo que reinaba en Jazor. El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Jaroset Goyim.


y la pusieron junto a la estatua de Dagón, en el templo de ese dios.


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