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Apocalipsis 4:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos. Delante del trono ardían siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Del trono salían relámpagos y estruendo de truenos. Delante del trono había siete antorchas con llamas encendidas; esto es el Espíritu de Dios de siete aspectos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Del trono salen relámpagos, voces y truenos. Ante el trono arden siete antorchas, que son los siete espíritus de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Del trono salen relámpagos, y voces, y truenos;° y delante del trono arden siete lámparas de fuego,° las cuales son los siete espíritus de Dios.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Del trono salen relámpagos y voces y truenos. Ante el trono están ardiendo siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios.

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Apocalipsis 4:5
24 Referencias Cruzadas  

Entonces se abrió en el cielo el templo de Dios; allí se vio el arca de su pacto y hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte granizada.


Luego el ángel tomó el incensario y lo llenó con brasas del altar, las cuales arrojó sobre la tierra; y se produjeron truenos, estruendos, relámpagos y un terremoto.


Yo, Juan, escribo a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia y paz a ustedes de parte de aquel que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono;


Entonces vi en medio de los cuatro seres vivientes, del trono y los ancianos, a un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.


En la madrugada del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una densa nube se posó sobre el monte. Un toque muy fuerte de trompeta puso a temblar a todos los que estaban en el campamento.


»Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: »Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: »Conozco tus obras; tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto.


Y me preguntó: «¿Qué es lo que ves?». Yo respondí: «Veo un candelabro de oro macizo con un recipiente en la parte superior. Encima del candelabro hay siete lámparas, con siete tubos para las mismas.


Ante ese espectáculo de truenos y relámpagos, de sonidos de trompeta y de la montaña envuelta en humo, los israelitas temblaban de miedo y se mantenían a distancia.


Rugirá el Señor desde Sión, hará tronar su voz desde Jerusalén y el cielo y la tierra temblarán. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.


Estos seres vivientes parecían carbones encendidos o antorchas que se movían de un lado a otro. El fuego resplandecía y de él se desprendían relámpagos.


En tu santuario, oh Dios, eres imponente; ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo! ¡Bendito sea Dios!


los candelabros de oro puro con sus respectivas lámparas, para encenderlas en frente del santuario interior, tal como está ordenado;


Hizo también de oro puro sus siete lámparas, lo mismo que sus cortapabilos y braseros.


Aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos.


»Yo los bautizo a ustedes con agua como señal de su arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.


Además, dijo: —Yo soy el Señor que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra.


»Hazle también sus siete lámparas y colócalas de tal modo que alumbren hacia el frente.


»El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.


y dio un grito tan fuerte que parecía el rugido de un león. Entonces los siete truenos levantaron también sus voces.


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