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Apocalipsis 11:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

12 Entonces los dos testigos oyeron una potente voz del cielo que decía: «Suban acá». Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Luego una fuerte voz del cielo llamó a los dos profetas: «¡Suban aquí!». Entonces ellos subieron al cielo en una nube mientras sus enemigos los veían.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Entonces una voz poderosa les gritó desde el cielo: 'Suban. Y subieron al cielo en medio de la nube a la vista de sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y oyeron una gran voz procedente del cielo, que les decía: ¡Subid acá! Y subieron al cielo en la nube,° y los contemplaron sus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Oyeron entonces una gran voz del cielo que les decía: 'Subid acá'. Y subieron al cielo en la nube, en presencia de sus enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.

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Apocalipsis 11:12
21 Referencias Cruzadas  

Cuando se acercaba la hora en que el Señor se llevaría a Elías al cielo en un torbellino, Elías y Eliseo salieron de Guilgal.


Iban caminando y conversando cuando, de pronto, los separó un carro de fuego con caballos de fuego y Elías subió al cielo en medio de un torbellino.


También allí los miembros de la comunidad de profetas de la ciudad se acercaron a Eliseo y preguntaron: —¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro? —Lo sé muy bien; ¡cállense!


y se detuvieron junto al río Jordán. Cincuenta miembros de la comunidad de profetas fueron también hasta ese lugar, pero se mantuvieron a cierta distancia, frente a ellos.


El malvado verá esto y se irritará; rechinará los dientes y se irá consumiendo. ¡Los deseos de los malvados se frustrarán!


¿Quién, Señor, puede habitar en tu santuario? ¿Quién puede vivir en tu santo monte?


¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su Lugar Santo?


Dame una muestra de tu amor, para que mis enemigos la vean y se avergüencen, porque tú, Señor, me has brindado ayuda y consuelo.


hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces exclamaron los egipcios: «¡Alejémonos de los israelitas, pues el Señor está peleando por ellos y contra nosotros!».


Decías en tu corazón: «Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de la reunión.


pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.


»¿Quiénes son los que pasan como nubes y como palomas rumbo a su palomar?


Y ustedes volverán a distinguir entre el justo y el malvado, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.


En los dominios de la muerte, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.


Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.


Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.


Ella dio a luz un hijo varón que «gobernará a todas las naciones con cetro de hierro». Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono.


»Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.


Después de esto miré y allí en el cielo había una puerta abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido como de trompeta me dijo: «Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder después de esto».


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