Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





3 Juan 1:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

4 Nada me produce más alegría que oír que mis hijos viven en la verdad.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 No hay nada que me cause más alegría que oír que mis hijos siguen la verdad.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 No tengo mayor° gozo que éste: oír° que mis hijos andan en la verdad.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No tengo mayor alegría que ésta: oír que mis hijos andan en la verdad.

Ver Capítulo Copiar




3 Juan 1:4
18 Referencias Cruzadas  

Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes,


a mi querido hijo Timoteo: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan gracia, misericordia y paz.


a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan gracia, misericordia y paz.


El padre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijo sabio se deleita en él.


«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad e integridad y he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.


Salomón respondió: —Tú trataste con mucho amor a tu siervo David, mi padre, pues se condujo delante de ti con lealtad, justicia y honestidad. Y como hoy se puede ver, has reafirmado tu gran amor al concederle que un hijo suyo lo suceda en el trono.


y el Señor cumplirá esta promesa que me hizo: “Si tus descendientes cuidan su conducta y me son fieles con toda el alma y de todo corazón, nunca faltará un sucesor tuyo en el trono de Israel”.


Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la verdad del evangelio, le dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los no judíos a practicar el judaísmo?


te suplico por mi hijo Onésimo, quien llegó a ser hijo mío mientras yo estaba preso.


Aquí me tienen, con los hijos que el Señor me ha dado. Somos en Israel señales y presagios del Señor de los Ejércitos, que habita en el monte Sión.


«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad e integridad y he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.


Para corresponder del mismo modo —les hablo como si fueran mis hijos—, ¡abran también su corazón de par en par!


Saben también que, a cada uno de ustedes, lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos.


Mis queridos hijos, escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.


Me alegré muchísimo al encontrar a algunos de tus hijos viviendo conforme a la verdad, según el mandamiento que nos dio el Padre.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios