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2 Samuel 4:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 ¡Y con mayor razón castigaré a los malvados que han dado muerte a un inocente mientras este dormía en su propia cama! ¿Acaso no voy a vengar su muerte exterminándolos a ustedes de la tierra?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 ¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora, pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 ¿Cuánto más debo recompensar a los hombres malignos que mataron a un hombre inocente en su propia casa y mientras estaba en la cama? ¿No debería hacerlos responsables de su sangre y así liberar al mundo de su presencia?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 ¡Con mayor razón ahora que unos malhechores han asesinado en su casa a un hombre bueno mientras dormía, les voy a hacer pagar la sangre que derramaron, y los voy a barrer de la tierra!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¡cuánto más a vosotros, hombres perversos que asesinasteis a un hombre justo en su propio lecho y en su misma casa! ¿No he de demandar ahora su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ¿cuánto más ahora que unos malvados han asesinado a un hombre honrado en su casa y sobre su lecho, no he de reclamar su sangre de vuestras manos, exterminándoos de la tierra?'

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 ¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?

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2 Samuel 4:11
19 Referencias Cruzadas  

Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado.


dijo a Noé: «He decidido acabar con toda la gente, pues por su causa la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra.


Dios borró de la faz de la tierra a todo ser viviente, desde los seres humanos hasta los ganados, los reptiles y las aves del cielo. Todos fueron borrados de la faz de la tierra. Solo quedaron Noé y los que estaban con él en el arca.


El Señor te está dando tu merecido por haber masacrado a la familia de Saúl para reinar en su lugar. Por eso el Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón. Has caído en desgracia, porque eres un asesino.


Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte a la entrada de la ciudad, como para hablar con él en privado. Allí lo apuñaló en el vientre y Abner murió. Así Joab se vengó de la muerte de su hermano Asael.


En cuanto a mí, aunque me han ungido rey, soy todavía débil; no puedo hacerles frente a estos hijos de Sarvia. ¡Que el Señor pague al malhechor según sus malas obras!».


El Señor hará recaer sobre su cabeza la sangre que derramó, porque a espaldas de mi padre atacó Joab a Abner, hijo de Ner, que era comandante del ejército de Israel, y a Amasá, hijo de Jéter, que era comandante del ejército de Judá. Así mató a filo de espada a dos hombres que eran mejores y más justos que él.


Que el Señor los tenga siempre presentes y que borre de la tierra su memoria.


El vengador de los inocentes se acuerda de ellos; no pasa por alto el clamor de los afligidos.


»El que hiera a otro y lo mate será condenado a muerte.


Si en este momento desplegara yo mi poder, y a ti y a tu pueblo los azotara con una plaga, desaparecerían de la tierra.


Pero los malvados serán desarraigados y los infieles expulsados de la tierra.


Manantial turbio, contaminado pozo, es el justo que flaquea ante el impío.


«Así les dirás: “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo”».


¿No eres tú, Señor, desde la eternidad? ¡Tú, mi Dios, mi santo, no morirás! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.


Por lo tanto, se debilita la Ley y no prevalece la justicia. El malvado acosa al justo y se pervierte la justicia.


No seamos como Caín que, por ser del maligno, asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo hizo? Porque sus propias obras eran malas y las de su hermano, justas.


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