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2 Samuel 10:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

19 Al ver que los arameos habían sido derrotados por los israelitas, todos los reyes vasallos de Hadad Ezer hicieron la paz con los israelitas y se sometieron a ellos. Y nunca más se atrevieron los arameos a ir en auxilio de los amonitas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

19 Viendo, pues, todos los reyes que ayudaban a Hadad-ezer, cómo habían sido derrotados delante de Israel, hicieron paz con Israel y le sirvieron; y de allí en adelante los sirios temieron ayudar más a los hijos de Amón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Cuando todos los reyes que estaban aliados con Hadad-ezer vieron que Israel los había derrotado, se rindieron a Israel y se convirtieron en sus súbditos. Después de esto, los arameos tuvieron miedo de ayudar a los amonitas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Cuando todos los reyes vasallos de Hadadezer vieron que habían sido derrotados por Israel, solicitaron la paz a los israelitas y se declararon sus súbditos; desde ese día los arameos no se atrevieron más a socorrer a los amonitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Y cuando todos los reyes que eran tributarios de Hadad-ezer, vieron que habían sido derrotados ante Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los sirios tuvieron temor de ayudar de nuevo a los amonitas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Cuando los reyes vasallos de Hadadézer vieron que habían sido derrotados por Israel, todos hicieron la paz con Israel y le quedaron sometidos. Desde entonces los arameos ya no se atrevieron a prestar auxilio a los amonitas.

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2 Samuel 10:19
12 Referencias Cruzadas  

También puso guarniciones en Damasco, de modo que los arameos pasaron a ser vasallos tributarios de David. En todas las campañas de David, el Señor le daba la victoria.


Aterrorizados al ver semejante castigo, se mantendrán a distancia y gritarán: «¡Ay! ¡Ay de ti, la gran ciudad, Babilonia, ciudad poderosa, porque en una sola hora ha llegado tu juicio!».


Su Majestad es rey entre los reyes; el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la majestad y la gloria.


Levantada está, Señor, tu mano, pero ellos no la ven. ¡Que vean tu celo por el pueblo y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!


Al ver que los arameos habían sido derrotados por los israelitas, todos los vasallos de Hadad Ezer hicieron la paz con David y se sometieron a él. A partir de entonces, los arameos se negaron a ir en auxilio de los amonitas.


Entonces Ben Adad, rey de Aram, reunió a todo su ejército y acompañado por treinta y dos reyes con sus caballos y carros de combate, salió a hacerle guerra a Samaria y la sitió.


Entonces Adoní Bézec exclamó: «¡Setenta reyes, cortados los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, recogían migajas debajo de mi mesa! ¡Ahora Dios me ha hecho lo mismo que yo hice con ellos!». Luego lo llevaron a Jerusalén y allí murió.


Al regreso Josué conquistó Jazor y mató a filo de espada a su rey, pues Jazor había sido cabecera de todos aquellos reinados.


Además, David derrotó a Hadad Ezer, hijo del rey Rejob de Sobá, cuando Hadad Ezer trató de restablecer su dominio sobre la región del río Éufrates.


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