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2 Crónicas 4:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 Hizo también una fuente circular de metal fundido que medía diez codos de diámetro y cinco codos de alto. Su circunferencia, medida a cordel, era de treinta codos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro, enteramente redondo; su altura era de cinco codos, y un cordón de treinta codos de largo lo ceñía alrededor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Luego fundió un enorme tazón redondo, que medía cuatro metros con sesenta centímetros de borde a borde, llamado el Mar. Tenía dos metros con treinta centímetros de profundidad y trece metros con ochenta centímetros de circunferencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Hizo una gran pileta de metal fundido, llamado el mar, de diez codos de borde a borde, enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Hizo también el mar de fundición, redondo, de diez codos de borde a borde, cinco codos de alto y treinta codos de circunferencia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 También hizo el mar de metal fundido, de diez codos de diámetro. Era enteramente redondo, de cinco codos de altura; de circunferencia medía un cordón de treinta codos.

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2 Crónicas 4:2
10 Referencias Cruzadas  

Los babilonios quebraron las columnas de bronce, las bases y la fuente de bronce que estaban en el Templo del Señor, y se llevaron el bronce a Babilonia.


Así mismo se apoderó de una gran cantidad de bronce que había en las ciudades de Tébaj y de Cun, poblaciones de Hadad Ezer. Ese fue el bronce que Salomón usó para hacer la fuente, las columnas y todos los utensilios de bronce.


Debajo del borde hizo dos hileras de figuras de bueyes, diez por cada codo, las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente.


Hizo de bronce todos sus utensilios: sus portacenizas, sus tenazas, sus tazones, sus tridentes y sus braseros.


Además, con el bronce de los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la Tienda de reunión, hizo el recipiente de bronce y su pedestal.


»En aquel día se abrirá una fuente para lavar del pecado y de la impureza a la casa real de David y a los habitantes de Jerusalén.


él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,


—Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: —Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.


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