1 Samuel 10:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 20223 »Más adelante, cuando llegues al gran árbol de Tabor, te encontrarás con tres hombres que se dirigen a Betel para adorar a Dios. Uno de ellos lleva tres cabritos; otro, tres panes; y el otro, un odre de vino. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19603 Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino; Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente3 »Cuando llegues al roble de Tabor, te encontrarás con tres hombres que van camino a Betel para adorar a Dios. Uno llevará tres cabritos, otro tendrá tres panes y el tercero un odre lleno de vino. Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)3 Seguirás tu camino y llegarás a la Encina de Tabor. Allí te encontrarás con tres hombres que van al santuario de Dios en Betel. Uno llevará tres cabritos, otro, tres panes redondos, y el último, un cuero de vino. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion3 Luego pasarás más adelante y llegarás a la encina de Tabor, y allí te saldrán al encuentro tres hombres que suben a ’Elohim en Bet-’El, uno llevando tres cabritos, otro llevando tres tortas de pan, y otro llevando un odre de vino. Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19753 Y siguiendo adelante, cuando llegues a la encina del Tabor, te saldrán al paso tres hombres que suben hacia Dios, a Betel: uno llevará tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero un odre de vino. Ver CapítuloBiblia Reina Valera Gómez (2023)3 Y cuando de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Betel, uno llevando tres cabritos, otro llevando tres tortas de pan y otro llevando un odre de vino; Ver Capítulo |
»En efecto, conforme a la palabra del Señor, mi primo Janamel vino a verme en el patio de la guardia y me dijo: “Compra ahora mi campo que está en Anatot, en el territorio de Benjamín, ya que tú tienes el derecho y la responsabilidad de rescatarlo por ser el pariente más cercano”. »Entonces comprendí que esto era palabra del Señor,