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Rut 1:6 - La Palabra (versión española)

6 Cuando Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo, proporcionándole pan, se dispuso a regresar con sus nueras desde las tierras de Moab.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Estando en Moab, Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo en Judá al volver a darle buenas cosechas. Entonces Noemí y sus nueras se prepararon para salir de Moab y regresar a su tierra natal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces decidió salir de Moab en compañía de sus nueras,

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entonces ella se levantó con sus nueras y regresó de los campos de Moab, porque en el campo de Moab oyó que YHVH había visitado a su pueblo para darles pan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 En los campos de Moab se enteró de que Yahve había visitado a su pueblo y le había dado pan y se dispuso a regresar de los campos de Moab, acompañada de sus dos nueras.

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Rut 1:6
27 Referencias Cruzadas  

El Señor, tal como había dicho, favoreció a Sara y cumplió la promesa que le había hecho.


Después Jacob hizo esta promesa: —Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que acabo de emprender, si me proporciona alimento para sustentarme y vestido con que cubrirme,


Y bendijo a José con estas palabras: Que el Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde el día en que nací hasta hoy,


Y José hizo jurar a los hijos de Israel diciendo: —Sin duda Dios vendrá a ayudaros. Cuando esto ocurra, os llevaréis de aquí mis huesos.


Tus siervos aman sus piedras, sienten piedad de sus ruinas.


Da alimento a quienes lo veneran, recuerda eternamente su alianza.


Bendeciré sus provisiones, colmaré de pan a los hambrientos,


Todos te miran con esperanza y tú les das la comida a su tiempo.


que hace justicia a los oprimidos y da pan a quien tiene hambre; el Señor libera a los cautivos,


Él pacifica tus fronteras, te sacia con el mejor trigo;


Reúne, pues, a los ancianos de Israel y diles: «El Señor, el Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: Os he visitado y he observado cómo os tratan los egipcios;


El pueblo creyó, y al saber que el Señor había visitado a los israelitas y se preocupaba por su opresión, se postraron y lo adoraron.


aleja de mí la falsedad y la mentira; y no me des pobreza ni riqueza, sino solo el alimento necesario;


Como bajan la lluvia y la nieve del cielo y no vuelven sin antes empapar la tierra, preñarla de vida y hacerla germinar, para que dé simiente al que siembra y alimento al que ha de comer,


Así dice el Señor: En cuanto pasen setenta años en Babilonia, os visitaré y haré que se cumpla en vosotros mi promesa de bienestar, haciéndoos volver a este lugar.


y le respondió diciendo: Voy a enviaros trigo, vino y aceite hasta que estéis saciados; nunca más os expondré al oprobio de los paganos.


se convertirá en propiedad de los supervivientes de Judá; allí apacentarán sus rebaños, y por la noche se alojarán en las casas de Ascalón. Porque intervendrá el Señor para favorecer a Judá y hacer que cambie su suerte.


Danos hoy el pan que necesitamos.


¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que ha venido a auxiliar y a dar la libertad a su pueblo!


y te destruirán junto con todos tus habitantes. No dejarán de ti piedra sobre piedra, porque no supiste reconocer el momento en que Dios quiso salvarte.


Contentémonos, pues, con no carecer de comida y de vestido,


Portaos ejemplarmente entre los paganos, para que vuestras buenas acciones desmientan las calumnias de quienes os consideran malhechores, y puedan también ellos glorificar a Dios el día en que venga a visitarlos.


murieron también sus dos hijos, Majlón y Quilión; y Noemí se quedó sola, sin su marido y sus hijos.


Partió con sus dos nueras del lugar donde vivía y emprendieron el camino de regreso al país de Judá.


El Señor bendijo a Ana, que volvió a quedar embarazada y dio a luz tres hijos y dos hijas. Mientras tanto, el joven Samuel iba creciendo junto al Señor.


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