Lucas 2:9 - La Palabra (versión española)

⁹ De pronto, se les apareció un ángel del Señor y el resplandor de la gloria de Dios los llenó de luz de modo que quedaron sobrecogidos de temor.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Y° un ángel del Señor se presentó ante ellos, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió en claridad. Ellos sintieron un gran temor.

Lucas 2:9 Referencias Cruzadas

1 Reyes 8:11

de forma que los sacerdotes no pudieron continuar su servicio, a causa de la nube, pues la gloria del Señor había llenado el Templo.

Éxodo 16:10

Mientras Aarón les estaba hablando, todos los israelitas miraron hacia el desierto y vieron cómo la gloria del Señor se aparecía en la nube.

Éxodo 16:7

y por la mañana veréis la gloria del Señor, pues os ha oído murmurar contra él. Porque, ¿quiénes somos nosotros para que nos critiquéis?

Isaías 35:2

florezca sin falta, que exulte con gritos de alegría! Le darán la gloria del Líbano, la majestad del Carmelo y el Sarón; podrán ver la gloria del Señor, también la majestad de nuestro Dios.

Isaías 40:5

Aparecerá la gloria del Señor, y todo ser vivo podrá ver que ha hablado la boca del Señor».

Isaías 60:1

¡Álzate radiante, que llega tu luz, la gloria del Señor clarea sobre ti!

Ezequiel 3:23

Me puse inmediatamente en marcha hacia la llanura, y allí estaba la gloria del Señor (era la gloria que había visto a orillas del río Quebar). Al verla, caí rostro en tierra.

Mateo 1:20

Estaba pensando en esto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: —José, descendiente de David, no tengas reparo en convivir con María, tu esposa, pues el hijo que ha concebido es por la acción del Espíritu Santo.

Lucas 1:28

El ángel entró en el lugar donde estaba María y le dijo: —Alégrate, favorecida de Dios. El Señor está contigo.

Lucas 2:8

En unos campos cercanos había unos pastores que pasaban la noche a la intemperie cuidando sus rebaños.

Lucas 24:4

Estaban aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas resplandecientes

Juan 12:41

Isaías dijo esto porque había visto la gloria de Jesús, y por eso hablaba de él.

Hechos 12:7

De repente apareció un ángel del Señor y un resplandor inundó la celda. El ángel tocó a Pedro en el costado, para despertarlo, y le dijo: —¡Rápido, levántate! Y al instante cayeron las cadenas de sus muñecas.

Hechos 27:23

Pues anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo,

Hechos 5:19

Pero un ángel del Señor abrió por la noche la puerta de la prisión y los hizo salir diciéndoles:

2 Corintios 3:18

En cuanto a nosotros, llevando todos el rostro descubierto y reflejando la gloria del Señor, vamos incorporando su imagen cada vez más resplandeciente bajo el influjo del Espíritu del Señor.

2 Corintios 4:6

Pues el mismo Dios que dijo: Resplandezca la luz desde el seno de las tinieblas, para que irradiemos la luz del conocimiento glorioso de Dios reflejado en el rostro de Cristo.

1 Timoteo 3:16

Grande es, sin lugar a dudas, el misterio de nuestra religión: Cristo vino al mundo como ser mortal, el Espíritu dio testimonio de él, lo contemplaron los ángeles, fue anunciado a las naciones, en el mundo le creyeron, Dios lo recibió en su gloria.

Hebreos 12:21

Era tan estremecedor el espectáculo, que el mismo Moisés exclamó: Estoy aterrorizado y lleno de miedo.

Apocalipsis 18:1

Vi después bajar del cielo a otro ángel con inmenso poder. Su resplandor iluminó la tierra,

Apocalipsis 20:11

Vi luego un trono majestuoso y resplandeciente; vi al que estaba sentado en él ante cuya presencia desaparecieron el cielo y la tierra sin dejar rastro tras de sí;