Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Lucas 11:9 - La Palabra (versión española)

9 Por eso os digo: Pedid y Dios os atenderá, buscad y encontraréis; llamad y Dios os abrirá la puerta.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden; sigan buscando y encontrarán; sigan llamando, y la puerta se les abrirá.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pues bien, yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a la puerta y les abrirán.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y Yo os digo: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta, y se os abrirá.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pues bien, yo os digo: pedid y os darán; buscad, y encontraréis; llamad, y os abrirán.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 11:9
40 Referencias Cruzadas  

En la angustia invoqué al Señor y el Señor me respondió dándome alivio.


Una sola cosa pido al Señor, solo esto quiero: sentarme en la casa del Señor todos los días de mi vida, contemplar la gracia del Señor y frecuentar su Templo.


De ti el corazón me dice: «¡Busca mi rostro!». Y yo, Señor, tu rostro estoy buscando.


Los ricos se empobrecen, pasan hambre; al que busca al Señor nada bueno le falta.


Yo busqué al Señor y me respondió, me libró de todos mis miedos.


Invócame en tiempo de angustia, yo te salvaré y tú me darás gloria».


Yo misma abrí a mi amor y mi amor se había marchado. ¡El alma se me fue con sus palabras! Lo busqué y no lo hallé, lo llamé y no respondió.


No he hablado a escondidas, en un lugar oscuro de la tierra; no dije a los hijos de Jacob que me buscaran en el vacío. Yo soy el Señor, y digo la verdad; anuncio las cosas que son justas.


Me invocaréis y vendréis a suplicarme, y yo os escucharé;


Llámame y te responderé; te comunicaré cosas importantes y recónditas, que no conoces.


Me dirigí al Señor, mi Dios, implorándole con oraciones y súplicas, ayunando, vestido de sayal y cubierto de ceniza.


Todo cuanto pidáis orando con fe, lo recibiréis.


Decidme, ¿cuál de los dos cumplió el mandato de su padre? Ellos respondieron: —El primero. Y Jesús añadió: —Pues os aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van a entrar en el reino de Dios antes que vosotros.


y, sin embargo, os digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su esplendor, llegó a vestirse como uno de ellos.


Por eso os digo que obtendréis todo lo que pidáis en oración, si tenéis fe en que vais a recibirlo.


Y esto que os digo a vosotros, se lo digo a todos: ¡Estad vigilantes!


Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta.


y todo lo que pidáis en mi nombre os lo concederé, para que en el Hijo se manifieste la gloria del Padre.


No me elegisteis vosotros a mí; fui yo quien os elegí a vosotros. Y os he destinado para que os pongáis en camino y deis fruto abundante y duradero. Así, el Padre os dará todo lo que le pidáis en mi nombre.


Si permanecéis unidos a mí y mi mensaje permanece en vosotros, pedid lo que queráis y lo obtendréis.


Jesús le responde: —Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber», serías tú la que me pedirías de beber, y yo te daría agua viva.


a los que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad mediante la práctica constante del bien, les dará vida eterna;


Es Dios mismo quien dice: Tengo un tiempo propicio para escucharte, un día en que acudiré en tu ayuda para salvarte. Pues bien, este es el tiempo propicio, este es el día de la salvación.


ahora bien, sin fe es imposible agradarle, porque para acercarse a Dios es preciso creer que existe y que no deja sin recompensa a quienes lo buscan.


Acerquémonos, pues, llenos de confianza a ese trono de gracia, seguros de encontrar la misericordia y el favor divino en el momento preciso.


Si alguno de vosotros anda escaso de sabiduría, pídasela a Dios, que reparte a todos con largueza y sin echarlo en cara, y él se la dará.


La oración hecha con fe sanará al enfermo; el Señor lo restablecerá y le serán perdonados los pecados que haya cometido.


y él nos concederá todo lo que le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos cuanto le agrada.


A los demás que vivís en Tiatira sin haberos contaminado con esa doctrina —la de los secretos de Satanás, según la llaman—, ninguna otra obligación voy a imponeros.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos