Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Juan 3:23 - La Palabra (versión española)

23 Juan estaba también bautizando en Ainón, cerca de Salín; había en aquel lugar agua en abundancia y la gente acudía a bautizarse,

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 En ese tiempo, Juan el Bautista bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba a él para ser bautizada.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua; la gente venía y se hacía bautizar.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

23 También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, pues había allí muchas aguas, y acudían, y eran bautizados,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 También Juan seguía bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí aguas abundantes y la gente acudía para bautizarse;

Ver Capítulo Copiar




Juan 3:23
13 Referencias Cruzadas  

A su regreso de Parán Aram, Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en tierra de Canaán, y acampó fuera, frente a la ciudad.


Ciudad llena de tesoros, situada junto a aguas caudalosas, te cortan la trama, terminan tus rapiñas.


Tu madre parecía una vid plantada a la vera del agua; era fecunda y frondosa gracias al agua abundante.


En aquel momento la gloria del Dios de Israel llegaba por el este: oí un ruido, como el estruendo de aguas caudalosas, y su gloria llenó de resplandor la tierra.


Decía, pues, Juan a la mucha gente que venía para que la bautizara: —¡Hijos de víboras! ¿Quién os ha avisado para que huyáis del inminente castigo?


Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea. Se detuvo allí algún tiempo con ellos y bautizaba a la gente.


pues Juan aún no había sido encarcelado.


sus pies, semejantes al bronce que se está fundiendo en el horno; y su voz, como fragor de aguas caudalosas.


Y escuché un sonido como de aguas caudalosas y de truenos fragorosos que venía del cielo; era, sin embargo, el sonido de arpistas tañendo sus cítaras.


Oí luego algo parecido a la voz de una muchedumbre inmensa, al rumor de aguas caudalosas, al retumbar de truenos fragorosos. Proclamaban: —¡Aleluya! El Señor Dios nuestro, dueño de todo, ha establecido su reinado.


Recorrió la serranía de Efraín y el término de Salisá, pero no encontró las asnas. Recorrió el término de Saalín, y nada. Recorrió también el término de Benjamín y tampoco las encontró.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos