Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Juan 17:8 - La Palabra (versión española)

8 yo les he entregado la enseñanza que tú me entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza, que yo he venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 porque les he transmitido el mensaje que me diste. Ellos aceptaron el mensaje y saben que provine de ti y han creído que tú me enviaste.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El mensaje que recibí se lo he entregado y ellos lo han recibido, y reconocen de verdad que yo he salido de ti y creen que tú me has enviado.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y conocieron verdaderamente que salí de ti, y creyeron que Tú me enviaste.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 pues las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han acogido, porque saben realmente que yo salí de ti y han creído que tú me has enviado.

Ver Capítulo Copiar




Juan 17:8
31 Referencias Cruzadas  

Atended a mis advertencias: os transmitiré mi espíritu y os explicaré mis dichos.


para adquirir la educación adecuada: justicia, derecho y honradez;


Hijo mío, si aceptas mis palabras y guardas cual tesoro mis mandatos,


Escucha, hijo mío, acoge mis palabras y vivirás muchos años.


Preferid mi instrucción a la plata y el conocimiento al oro puro;


Jesús les contestó: —A vosotros, Dios os permite conocer los secretos de su reino, pero a ellos no se lo permite.


Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, es quien me ha ordenado lo que debo decir y enseñar.


¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os he enseñado no ha sido por mi propia cuenta. Es el Padre quien realiza sus obras viviendo en mí.


En adelante, ya no os llamaré siervos, porque el siervo no está al tanto de los secretos de su amo. A vosotros os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre.


pues el mismo Padre os ama porque vosotros me amáis a mí y habéis creído que yo he venido de Dios.


Ahora estamos seguros de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has venido de Dios.


Yo les he confiado tu mensaje, pero el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.


Yo los he enviado al mundo, como tú me enviaste a mí.


Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú me has enviado.


Como tú vives en mí, vivo yo en ellos para que alcancen la unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí.


Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado.


Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo.


El que acepta su testimonio reconoce que Dios dice la verdad.


Simón Pedro le respondió: —Señor, ¿a quién iríamos? Solo tus palabras dan vida eterna.


Jesús les dijo: —Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he venido de Dios y aquí estoy. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado.


Por lo que a mí toca, os he transmitido una tradición que yo recibí del Señor; a saber: que Jesús, el Señor, la noche misma en que iba a ser entregado, tomó pan,


Quiero recordaros, hermanos, el mensaje de salvación que os anuncié. El mensaje que recibisteis, en el que os mantenéis firmes


Por eso yo suscitaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les comunicará todo lo que yo le mande.


Damos por ello gracias a Dios constantemente, pues al acoger el evangelio de Dios que os proclamamos, no fue un mensaje humano el que acogisteis sino, como es en verdad, un mensaje divino que sigue actuando en vosotros los creyentes.


Por lo demás, hermanos, os pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendisteis de nosotros a comportaros como conviene, agradando a Dios, así sigáis comportándoos para que progreséis lo más posible.


Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo como salvador del mundo.


Esta es la revelación que Dios confió a Jesucristo en relación con los inminentes sucesos que era preciso poner en conocimiento de sus servidores. El ángel enviado por el Señor se la comunicó por medio de signos a Juan, su servidor.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos