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Juan 1:27 - La Palabra (versión española)

27 uno que viene después de mí, aunque yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de su calzado.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

27 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Aunque su servicio viene después del mío, yo ni siquiera soy digno de ser su esclavo, ni de desatar las correas de sus sandalias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 y aunque viene detrás de mí, yo no soy digno de soltarle la correa de su sandalia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 el que viene después de mí,° de quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 el que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de la sandalia'.

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Juan 1:27
9 Referencias Cruzadas  

que no tomaré nada de lo que es tuyo, ni siquiera un hilo ni la correa de una sandalia. Así nunca podrás decir que tú me hiciste rico.


Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.


Y lo que proclamaba era esto: —Después de mí viene uno que es más poderoso que yo, de quien ni siquiera soy digno de agacharme para desatar las correas de sus sandalias.


Tuvo, pues, Juan que declarar públicamente: —Yo os bautizo con agua, pero viene uno más poderoso que yo. Yo ni siquiera soy digno de desatar las correas de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.


Juan dio testimonio de él proclamando: «Este es aquel de quien yo dije: el que viene después de mí es superior a mí porque existía antes que yo».


A él me refería yo cuando dije: «Después de mí viene uno que es superior a mí, porque él ya existía antes que yo».


Acudía a él mucha gente, y decían: —Cierto que Juan no hizo ningún milagro, pero todo lo que dijo acerca de este era verdad.


Próximo ya el final de su carrera, decía Juan: «¿Quién pensáis que soy? Por supuesto no el que esperáis, pues ni siquiera soy digno de desatar el calzado a quien viene después de mí».


Pablo les explicó: —Juan bautizaba como señal de conversión, e invitaba a la gente a creer en el que había de venir después de él, es decir, en Jesús.


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