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Génesis 1:5 - La Palabra (versión española)

5 llamando a la luz «día» y a las tinieblas, «noche». Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el primer día.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Dios llamó a la luz «día» y a la oscuridad «noche». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el primer día.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Dios llamó a la luz 'Día' y a las tinieblas 'Noche'. Atardeció y amaneció: fue el día Primero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y llamó ’Elohim a la luz día y a la oscuridad llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: Día uno.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Llamó Dios a la luz 'día', y a la tiniebla 'noche'. Transcurrió la tarde y la mañana: el día primero.

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Génesis 1:5
16 Referencias Cruzadas  

Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el tercer día.


Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el cuarto día.


Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el quinto día.


Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo era muy bueno. Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el sexto día.


Y Dios llamó «cielo» al firmamento. Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el segundo día.


Mientras el mundo exista no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche».


Dispones la oscuridad y cae la noche: bullen en ella los seres del bosque,


el día al día comunica su mensaje, la noche a la noche anuncia la noticia:


Cuantos viven en el confín del mundo te veneran por tus prodigios, tú alegras a oriente y occidente.


Tuyo es el día, tuya la noche; tú creaste la luna y el sol,


el que hace la luz y crea la tiniebla, el que opera la paz y crea la desgracia. Yo, el Señor, hago todo esto.


—Así dice el Señor: Si sois capaces de romper mi pacto con el día y con la noche, de modo que no haya día ni noche cuando corresponde,


toda la comunidad supo que Aarón había muerto. Todos los clanes de Israel hicieron duelo por él durante treinta días.


El día del Señor pondrá de manifiesto el valor de lo que cada uno haya hecho, pues ese día vendrá con fuego, y el fuego pondrá a prueba la consistencia de lo que cada uno haya hecho.


Pero todo cuanto ha sido desenmascarado por la luz, queda al descubierto;


Todos vosotros, en efecto, pertenecéis a la luz y al día, no a las tinieblas o a la noche.


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