Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Apocalipsis 3:4 - La Palabra (versión española)

4 Bien es verdad que ahí, en Sardes, viven contigo unos cuantos de conducta irreprochable; un día me acompañarán vestidos de blanco, porque así lo han merecido.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 »Sin embargo, hay algunos en la iglesia de Sardis que no se han manchado la ropa con maldad. Ellos caminarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Tengo, sin embargo, los nombres de unos pocos de Sardes que no mancharon sus ropas; ésos me acompañarán vestidos de blanco, porque se lo merecen.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pero tienes unos pocos nombres° en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo de blanco, porque son dignos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Pero tienes en Sardes unas pocas personas que no han manchado sus vestiduras. Éstos andarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos.

Ver Capítulo Copiar




Apocalipsis 3:4
31 Referencias Cruzadas  

Solo dejaré en Israel un resto de siete mil: aquellos que no doblaron la rodilla ante Baal, ni lo besaron con sus labios.


Mardoqueo salió del palacio real con vestiduras regias de color violeta y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino de color púrpura. En la ciudad de Susa se escucharon gritos de alegría,


Cuando el Todopoderoso dispersó a los reyes, nevaba en el monte Salmón.


Ponte en todo momento vestidos blancos y que no falte perfume en tu cabeza.


Si el Señor del universo no nos hubiera dejado un resto, seríamos como Sodoma, parecidos a Gomorra.


¡Despierta, Sion, despierta y revístete de poder! Ponte tu traje de gala, Jerusalén, ciudad santa; que ya no entrarán en ti incircuncisos e impuros.


Lo que tejen no sirve de vestido, con lo que fabrican, no te puedes cubrir; sus acciones son todas criminales, sus manos perpetran violencia.


Reboso de dicha en el Señor, me alegro animoso en mi Dios, que me ha puesto un vestido de fiesta, me ha envuelto en un manto de victoria, como un novio que se pone la corona, como novia que se viste sus atuendos.


a cubrirlos de honor en lugar de polvo, de perfume de fiesta en lugar de penas, de traje festivo en lugar de abatimiento. Los llamarán «robles fruto de la justicia», plantío para gloria del Señor.


No hay quien invoque tu nombre, ni se desvele por aferrarse a ti. Nos has ocultado tu rostro y nos has abandonado a nuestras culpas.


o en urdimbre de lino o de lana, en cuero o en cualquier objeto de cuero;


Cuando lleguéis a algún pueblo o aldea, averiguad qué persona hay allí digna de confianza y quedaos en su casa hasta que salgáis del lugar.


Entraron en el sepulcro y, al ver a un joven vestido con una túnica blanca que estaba sentado al lado derecho, se asustaron.


Pero los que merezcan resucitar y entrar en el reino venidero, ya no tendrán nada que ver con el matrimonio,


Vigilad, pues, y no dejéis de orar, para que consigáis escapar de lo que va a suceder y podáis manteneros en pie delante del Hijo del hombre.


Uno de aquellos días, Pedro, puesto en pie en medio de los hermanos, que formaban un grupo de unas ciento veinte personas, habló como sigue:


y que son una señal del justo juicio de Dios que quiere haceros dignos del reino por el cual ahora sufrís.


contando con que a unos los salvaréis arrancándolos del fuego; pero a otros solo podréis compadecerlos, y eso con cautela, evitando incluso el contacto superficial con su torpe conducta.


que ordenaba: —Escribe en un libro todo lo que veas y envíalo a estas siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.


En ese momento se desencadenó un formidable terremoto: la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas perecieron víctimas del terremoto. Los supervivientes, sobrecogidos de espanto, alabaron al Dios del cielo.


Estos son los que no se contaminaron con la idolatría manteniéndose vírgenes, los que forman el cortejo perenne del Cordero, los rescatados de entre la humanidad como primeros frutos para Dios y para el Cordero,


Cubiertos de finísimo lino resplandeciente de blancura, los ejércitos del cielo galopan tras sus huellas sobre blancos caballos.


vestida de lino finísimo y deslumbrante de blancura! El lino que representa las buenas acciones de los consagrados a Dios.


Si de veras quieres enriquecerte, harías bien en comprarme oro pasado por el crisol, vestidos blancos con que cubrir tu vergonzosa desnudez y colirio con que ungir tus ojos para que puedas ver.


El vencedor, pues, vestirá de blanco, y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que responderé por él ante mi Padre y ante sus ángeles.


Rodeando también el trono había otros veinticuatro tronos y, sentados en ellos, veinticuatro ancianos vestidos de blanco y ceñidas sus cabezas con coronas de oro.


Recibió entonces cada uno una túnica blanca, mientras les decían: —Esperad todavía un poco hasta que se complete el número de vuestros compañeros y hermanos que han de morir como vosotros.


Vi luego una muchedumbre inmensa, incontable. Gentes de toda nación, raza, pueblo y lengua; todos de pie delante del trono y del Cordero; todos vestidos con túnica blanca, llevando palmas en la mano


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos