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Apocalipsis 1:1 - La Palabra (versión española)

1 Esta es la revelación que Dios confió a Jesucristo en relación con los inminentes sucesos que era preciso poner en conocimiento de sus servidores. El ángel enviado por el Señor se la comunicó por medio de signos a Juan, su servidor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Esta es una revelación de Jesucristo, la cual Dios le dio para mostrar a sus siervos los acontecimientos que deben suceder pronto. Él envió a un ángel a presentarle esta revelación a su siervo, Juan,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Esta es la Revelación de Jesucristo. Dios quiso que enseñara a sus servidores, mediante esta revelación, lo que va a suceder pronto. Envió a su ángel para que se lo transmitiera en forma de visiones a su servidor Juan,

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Revelación° de Jesús el Mesías, que Dios le dio para manifestar a sus siervos lo que debe suceder en breve, y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Revelación de Jesucristo, la que Dios le dio para que mostrara a sus siervos lo que ha de suceder en breve. Se la manifestó a su siervo Juan por medio del ángel que le envió.

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Apocalipsis 1:1
30 Referencias Cruzadas  

El Señor se confía a sus fieles anunciándoles su alianza.


Oí también una voz humana proveniente del río Ulay, que gritaba: —Gabriel, interpreta la visión a este tal Daniel.


todavía estaba yo orando, cuando Gabriel, aquel a quien había visto antes en una visión, se me acercó volando ágilmente a la hora de la ofrenda vespertina.


Tan pronto como empezaste a orar, se produjo la respuesta, y he venido a comunicártela, pues eres una persona muy apreciada. Así pues, atiende al mensaje y entiende la visión:


Ciertamente nada hace el Señor Dios, sin revelárselo a sus siervos, los profetas.


Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, es quien me ha ordenado lo que debo decir y enseñar.


En adelante, ya no os llamaré siervos, porque el siervo no está al tanto de los secretos de su amo. A vosotros os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre.


yo les he entregado la enseñanza que tú me entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza, que yo he venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.


y da testimonio de lo que ha visto y oído; sin embargo, nadie acepta su testimonio.


Tengo muchas cosas que decir de vosotros, y muchas que condenar. Pero lo que digo al mundo es lo que oí al que me envió, y él dice la verdad.


Al que tiene poder para consolidaros en la fe de acuerdo con el evangelio que anuncio y la proclamación que hago de Jesucristo, a quien ha revelado su plan secreto mantenido durante siglos oculto,


Ni lo recibí ni lo aprendí de nadie. Es Jesucristo mismo quien me lo ha revelado.


Fue una revelación de Dios la que me dio a conocer el plan secreto del que os he escrito más arriba brevemente.


Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdad que se manifiesta en un culto viviente


Escribe, pues, lo que has visto, lo que está sucediendo y lo que sucederá después.


Yo soy Juan, vuestro hermano; unido a Jesús, participo con vosotros en el sufrimiento y en la espera paciente del Reino. Me hallaba desterrado en la isla de Patmos por haber proclamado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús,


Se acercó entonces uno de los siete ángeles que llevaban las siete copas y me dijo: —¡Ven! Voy a enseñarte el castigo que tengo reservado a la gran prostituta, la que está sentada sobre aguas caudalosas


Me postré entonces a sus pies con intención de adorarlo, pero él me dijo: —¿Qué haces? Yo soy un simple servidor como tú y tus hermanos, los que dan testimonio de Jesús. A Dios debes adorar. (Y es que tener espíritu profético y dar testimonio de Jesús es una misma cosa.)


Alguien me dijo: —Escribe: «Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero». Y añadió: —Palabras verdaderas de Dios son estas.


Vi también bajar del cielo la ciudad santa, la nueva Jerusalén. Venía de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo.


Uno de los siete ángeles que llevaban las siete copas con las siete últimas calamidades, se acercó a mí y me dijo: —¡Ven! Quiero mostrarte la novia, la esposa del Cordero.


El ángel me enseñó también un río de agua viva, transparente como el cristal, que manaba del trono de Dios y del Cordero.


Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a cada una de las iglesias para que sea testigo de todos estos acontecimientos. Yo que soy vástago y estirpe de David y astro radiante de la mañana.


El ángel me dijo: —Palabras verdaderas y dignas de crédito son estas. El Señor, el Dios que inspiró a los profetas, ha enviado a su ángel para que comunique a sus servidores lo que va a suceder de un momento a otro.


Yo, Juan, vi y oí todo esto. Y cuando terminé de oírlo y de verlo, me postré a los pies del ángel que me lo enseñaba, con intención de adorarlo.


Pero él me dijo: —¿Qué haces? Yo soy un simple servidor como tú y tus hermanos los profetas, como todos los que prestan atención al mensaje de este libro. A Dios debes adorar.


Después de todo esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo, y aquella voz como de trompeta que me había hablado primero, me dijo: —Sube aquí, que voy a mostrarte lo que tiene que suceder en adelante.


Se acercó el Cordero y recibió el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.


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