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1 Samuel 2:10 - La Palabra (versión española)

10 El Señor desarma a sus adversarios, el Altísimo lanza truenos desde el cielo; el Señor juzga hasta el lugar más apartado; el Señor fortalece a su rey y engrandece el poder de su ungido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará los confines de la tierra, Dará poder a su Rey, Y exaltará el poderío de su Ungido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Los que pelean contra el Señor serán destrozados. Él retumba contra ellos desde el cielo; el Señor juzga en toda la tierra. Él da poder a su rey; aumenta la fuerza de su ungido».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¡Cuando truena en los cielos el Altísimo, los que odian a Yavé son aplastados! Yavé manda hasta el confín del mundo, da la fuerza a su rey y hace invencible a su Mesías'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Los adversarios de YHVH se aterrorizarán, Y contra ellos tronará desde los cielos. YHVH juzgará los confines de la tierra, Dará fortaleza a su Rey, Y exaltará la fuerza° de su Mesías.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Por Yahveh quebrantados serán sus rivales, contra ellos tronará desde los cielos. Yahveh juzgará los confines de la tierra; él dará el poderío a su rey y exaltará el poder de su ungido'.

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1 Samuel 2:10
50 Referencias Cruzadas  

El Señor tronó desde el cielo, el Altísimo alzó su voz;


Él construirá una casa en mi honor y yo consolidaré para siempre su trono real.


Ahora, pues, dile a mi siervo David: «Esto dice el Señor del universo: Yo te saqué de los pastos y de cuidar rebaños para ser el jefe de mi pueblo, Israel;


¿Tienes un brazo poderoso como Dios y es potente tu voz como la suya?


Allí haré renacer el poder de David, prepararé una lámpara a mi ungido.


Él reviste de fortaleza a su pueblo, es motivo de alabanza para sus fieles, para Israel, su pueblo cercano. ¡Aleluya!


Los reyes de la tierra se rebelan, los príncipes conspiran juntos contra el Señor y su ungido:


«He ungido a mi rey en Sion, mi monte santo».


Los aplastarás con cetro de hierro, los destrozarás cual vasija de alfarero».


Ahora sé que el Señor dará la victoria a su ungido: desde sus santos cielos le responde con el poder salvador de su diestra.


Unos confían en sus carros, otros en sus caballos, nosotros invocamos al Señor nuestro Dios.


Señor, por tu poder se alegra el rey, ¡cómo se regocija por tu victoria!


El Señor es el baluarte de su pueblo, la fortaleza que salva a su ungido.


Tú amas la justicia y odias la maldad, por eso Dios, tu Dios, te ha ungido entre tus amigos con aceite de gozo.


Porque tú eres la gloria de su fuerza, tú nos encumbras con tu favor.


Mi fidelidad y mi amor lo acompañan, con mi nombre voy a encumbrarlo.


Bajo su mano he puesto el mar, bajo su diestra los ríos.


delante del Señor que viene dispuesto a gobernar la tierra. Él juzgará al universo con justicia y a los pueblos con su fidelidad.


ante el Señor que viene, que llega a juzgar a la tierra: juzgará al mundo con justicia y con rectitud a los pueblos.


Fue tu diestra quien lo hizo, resplandeciente de poder; tu diestra, Señor, aniquiló al enemigo.


Disfruta, joven, en tu adolescencia y sé feliz en tus días de juventud; sigue los sentimientos de tu corazón y lo que es atractivo a tus ojos; pero debes saber que por todo esto Dios te pedirá cuentas.


Porque Dios juzgará toda acción, incluso las ocultas, sean buenas o malas.


intervendrá el Señor del universo con trueno, temblor y estruendo, con vendaval, tempestad y llama devoradora.


Si un monarca reina con justicia y los príncipes gobiernan rectamente,


Se dirá: «Ciertamente en el Señor están la salvación y el poder». Y se le acercarán avergonzados los que se enardecían contra él.


Aquel día haré que se despliegue el poder de Israel, y te daré permiso para abrir la boca en medio de ellos. Y reconocerán que yo soy el Señor.


Luego el rey dirá a los unos: «Venid, benditos de mi Padre; recibid en propiedad el reino que se os ha preparado desde el principio del mundo.


Jesús se acercó y les dijo: —Dios me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.


Nos ha suscitado un poderoso salvador de entre los descendientes de su siervo David.


En cuanto a mis enemigos, los que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos aquí y matadlos en mi presencia».


De cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y lo llenó de poder; de cómo Jesús pasó por todas partes haciendo el bien y curando a todos los que padecían oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Y realmente es cierto que, en esta ciudad, Pilato y Herodes se confabularon con los extranjeros y el pueblo israelita en contra de Jesús, tu santo servidor y Mesías.


Porque todos nosotros tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su vida mortal.


Perezcan así, Señor, todos tus enemigos, y sean tus amigos como el sol cuando sale con toda su fuerza. Y el país gozó de paz durante cuarenta años.


Pues bien, ahí tenéis al rey que habéis elegido y que habéis exigido. Ya veis que el Señor os ha dado un rey.


¿No estamos en época de siega? Pues voy a invocar al Señor y él hará tronar y llover, para que reconozcáis el gran pecado que habéis cometido ante al Señor al pedir un rey.


Samuel invocó al Señor y el Señor envió aquel día truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió pánico del Señor y de Samuel.


Y aquí me tenéis si queréis acusarme de algo ante el Señor y ante su ungido. ¿Le he quitado a alguien un buey o un asno? ¿He explotado o maltratado a alguno? ¿He aceptado algún soborno para hacer la vista gorda? Si es así, os lo devolveré.


Entonces Samuel le dijo: —El Señor también te arranca hoy el reino de Israel para dárselo a otro mejor que tú.


El Señor dijo a Samuel: —¿Hasta cuándo vas a seguir llorando por Saúl, si yo mismo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y prepárate que voy a enviarte a Jesé, el de Belén, pues me he elegido un rey entre sus hijos.


Mientras Samuel estaba ofreciendo el sacrificio, llegaron los filisteos para atacar a Israel. Entonces el Señor lanzó un fuerte trueno contra los filisteos, los desconcertó y cayeron derrotados ante Israel.


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