Números 3:3 - Biblia Lenguaje Básico

³ Cada uno de los cuatro fue elegido y consagrado para ser sacerdote.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³ Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Estos hijos de Aarón fueron ungidos y ordenados para ministrar como sacerdotes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Estos son los nombres de los hijos de Aarón que fueron ungidos sacerdotes y que fueron consagrados para ejercer el sacerdocio.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Estos son los nombres de los hijos de Aarón, los sacerdotes ungidos, cuyas manos él consagró para ejercer el sacerdocio.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Éstos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos y consagrados para que ejercieran el sacerdocio.

Números 3:3 Referencias Cruzadas

Éxodo 28:41

Harás que tu hermano Aarón y sus hijos se vistan con estos trajes, y entonces derramarás aceite sobre su cabeza para consagrarlos como mis sacerdotes.

Éxodo 40:13

Aarón deberá ponerse la túnica especial de sacerdote, y tú derramarás aceite sobre él, para consagrarlo como mi sacerdote.

Éxodo 40:15

y derrama aceite sobre ellos para consagrarlos como mis sacerdotes. A partir de ese momento, y gracias al aceite que se usa para consagrar, los descendientes de Aarón y de sus hijos serán mis sacerdotes para siempre.

Levítico 8:12

Luego derramó aceite sobre la cabeza de Aarón, y así lo consagró como sacerdote.

Levítico 8:30

Finalmente, Moisés tomó el aceite que se usa para la consagración y la sangre que estaba sobre el altar y roció con ello a Aarón y a sus hijos, rociando también sus trajes sacerdotales.

Números 3:4

Pero solo Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio, bajo la vigilancia de Aarón. En cuanto a Nadab y Abihú, murieron en el desierto del Sinaí sin tener hijos. Dios les quitó la vida a ambos por haber ofrecido incienso en el santuario sin seguir las instrucciones exactas que Dios había dado.

Hebreos 7:28

Los sacerdotes puestos por la ley de Moisés son personas imperfectas. Pero, después de darnos su ley, Dios juró que nos daría como Jefe de Sacerdotes a su Hijo, a quien él hizo perfecto para siempre.