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Lucas 8:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 Otras semillas cayeron en un terreno donde había muchas piedras. Las plantas nacieron, pero pronto se secaron porque no tenían agua.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Otras cayeron entre las rocas. Comenzaron a crecer, pero la planta pronto se marchitó y murió por falta de humedad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Otra parte cayó sobre rocas; brotó, pero luego se secó por falta de humedad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Otra cayó sobre terreno pedregoso,° y habiendo brotado, se secó° por no tener humedad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Otro poco cayó sobre la piedra; y, después de nacido, se secó, por no tener humedad.

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Lucas 8:6
14 Referencias Cruzadas  

Pues bien, Dios de Israel, yo sé que tú buscas gente honesta; pero este pueblo es muy terco, es más duro que una roca y no ha querido arrepentirse. Por eso lo has castigado, pero parece que no le dolió; y aunque lo has aplastado, no ha querido hacerte caso.


Yo haré que cambien su manera de pensar y su manera de adorarme. Haré que dejen de ser tercos y testarudos, y los haré leales y obedientes.


Yo os daré un corazón nuevo y pondré dentro de vosotros un espíritu nuevo; os arrancaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.


Hay dos cosas imposibles de hacer: correr a caballo entre las rocas y arar con bueyes en el mar. Pues vosotros habéis hecho lo que parecía imposible: habéis convertido la justicia en muerte y en tristeza la alegría del pueblo.


Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que reciben el mensaje con alegría, pero como no ha echado raíces, cuando tienen problemas enseguida olvidan el mensaje.


—Un sembrador salió a sembrar trigo. Mientras sembraba, unas semillas cayeron en el camino. La gente que pasaba por allí las pisoteaba, y los pájaros se las comían.


Otras semillas cayeron entre espinos. Las plantas brotaron, pero los espinos las ahogaron y no las dejaron crecer.


Por eso la Escritura dice: «Si hoy escucháis la voz de Dios, no seáis tercos como aquellos israelitas que se rebelaron contra él».


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