No había en todo el paraíso un solo árbol que pudiera compararse contigo. No había nadie que tuviera tu grandeza y hermosura. Sin embargo, caerás a lo más profundo de la tierra, junto con los demás árboles de mi jardín. Allí quedarás tendido entre los paganos y los que murieron en la guerra. Este será tu destino, faraón, y el de todo tu pueblo. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.