Juan 15:1 - Biblia Lenguaje Básico

¹ Jesús continuó diciendo a sus discípulos: —Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cuida.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹ Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ 'Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador.

Juan 15:1 Referencias Cruzadas

Cantares 7:12

Ven conmigo, amado mío, acompáñame al campo. Pasaremos la noche en las aldeas.

Isaías 4:2

Dios dice también: «No castigaré a todos. A los que deje con vida, les permitiré vivir en Jerusalén y serán llamados: "Pueblo elegido de Dios". Cuando llegue ese día, haré que prosperen y vivan bien. Mi pueblo se sentirá orgulloso de los frutos que le dará su tierra.

Isaías 60:21

En ti, Jerusalén, solo vivirá gente honrada que será la dueña del país por siempre. Será como los brotes de una planta que yo mismo planté; será la obra que yo realicé para mostrar mi poder.

Isaías 61:3

para cambiar su derrota en victoria, su vestido de luto en traje de fiesta y su tristeza en un canto de alabanza. Aquel día serán llamados «robles de la justicia», «plantación gloriosa de Dios».

Jeremías 2:21

Tan grande es la mancha de vuestro pecado que ni el mejor jabón del mundo podrá quitar de vosotros esa mancha. Yo os he cuidado como se cuida al mejor viñedo. Vuestros antepasados me obedecieron, pero vosotros os habéis convertido en viña degenerada que solo produce uvas podridas. Soy yo, Dios, quien lo asegura.

Ezequiel 19:10

Israelitas, nuestra nación era como una vid plantada junto al agua; era tanta el agua que tenía que estaba llena de uvas y sarmientos.

Oseas 10:1

Israel era como una viña que estaba cargada de uvas. Pero cuanto más ricos erais, más templos construíais a vuestros dioses; cuanto más fértil era vuestra tierra, más bellos eran los monumentos que construíais a los ídolos.

Mateo 15:13

Jesús respondió: —Mi Padre tratará a los fariseos como trata el jardinero a las plantas que no ha sembrado: las arranca de raíz y las echa fuera.

Mateo 20:1

En el reino de Dios sucede algo parecido a lo que pasó en una viña. El dueño salió muy de mañana a contratar hombres para trabajar en ella.

Mateo 21:33

Escuchad esta otra parábola: El dueño de un campo plantó una viña y construyó una valla alrededor de ella. Preparó un lagar para hacer vino con las uvas que cosechara, y construyó una torre para vigilar el campo. Luego arrendó la viña a unos hombres y se fue de viaje.

Marcos 12:1

Jesús les contó entonces esta parábola: —Un hombre sembró una viña y construyó una valla alrededor de ella. También preparó un lagar para hacer vino con las uvas que cosechara, y construyó una torre para vigilar el terreno. Luego, arrendó la viña a unos labradores y se fue de viaje.

Lucas 13:6

Jesús les contó también esta parábola: —Un hombre había plantado una higuera en su viña. Un día, fue a ver si el árbol tenía higos, pero no encontró ninguno.

Juan 1:9

La verdadera luz, la que ilumina a toda la humanidad, estaba a punto de llegar a este mundo.

Juan 15:2

Si los sarmientos no dan uvas, mi Padre los corta; pero los que dan fruto los poda para que den más fruto.

Juan 6:32

Jesús les contestó: —Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el verdadero pan del cielo, sino Dios que es mi Padre.

Juan 6:55

Mi cuerpo es la comida verdadera, y mi sangre es la bebida verdadera.

Romanos 11:17

Cuando Dios rechazó a algunos judíos, y a vosotros os aceptó en su lugar, llegasteis a formar parte del pueblo de Dios, y así recibisteis la vida eterna.

1 Corintios 3:9

Apolo y yo somos colaboradores de Dios, y vosotros sois como un campo que Dios cultiva, como un edificio que Dios construye.

1 Juan 2:8

Sin embargo, esto que os escribo puede decirse que es un mandamiento nuevo porque se ha hecho realidad tanto en Cristo como en vosotros. Cristo es la luz verdadera, que brilla cada vez más, mientras que la oscuridad va disminuyendo.