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Juan 1:12 - Biblia Lenguaje Básico

12 Pero aquellos que lo recibieron y creyeron en él, llegaron a ser hijos de Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su Nombre

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Pero a todos los que la recibieron, a aquellos que creen en su nombre, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios;

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Juan 1:12
27 Referencias Cruzadas  

Así hemos llegado a ser tu pueblo, y tú, nuestro Dios; y esto será así por siempre.


yo les concederé algo mejor que tener hijos e hijas: haré que su nombre quede grabado para siempre en los muros de mi Templo. Les daré un nombre eterno que nunca será borrado.


Pueblo de Israel, yo quise tratarte como a un hijo. Pensé en regalarte la mejor tierra, ¡el país más hermoso del mundo! Creí que me llamarías «Padre», y que siempre estarías a mi lado.


Cuando una persona os recibe, también me recibe a mí. Y cuando una persona me recibe a mí, también recibe a Dios, que es el que me ha enviado.


Y todos pondrán en él su esperanza».


Si alguien recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.


Vino a vivir con los suyos, pero los suyos no lo recibieron.


para que hablara a la gente y esta creyera en aquel que es la luz.


En realidad, Jesús no iba a morir para salvar solo a los judíos, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que hay repartidos por el mundo.


Mientras Jesús estaba en la ciudad de Jerusalén, durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en él porque vieron los milagros que hacía.


Pero lo que aquí se ha escrito es para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que así, creyendo en él, recibáis la vida eterna.


El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios.


Ha sido la fe en Jesús la que ha hecho que se fortalezcan las piernas de este hombre a quien conocéis y estáis viendo; por creer en Jesús ha quedado curado en presencia de todos vosotros.


Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios.


El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios.


La creación entera espera impaciente que Dios muestre a todos que somos sus hijos.


Vosotros habéis creído en Jesucristo, y por eso todos sois hijos de Dios.


Ahora, como sois sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en vosotros. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarle: «Abba» que significa «Padre querido».


Vosotros habéis aceptado a Jesucristo como vuestro dueño y Señor. Por eso debéis vivir como a él le agrada.


Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos prometió. A través de ellas podéis formar parte de la naturaleza de Dios y evitar la corrupción que el pecado ha introducido en el mundo.


Mirad que amor tan grande nos tiene el Padre, hasta el punto de poder ser llamados hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los que pertenecen a este mundo pecador no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios.


Podemos saber quién es hijo de Dios y quién es hijo del diablo: quien no se porta rectamente y no ama a sus hermanos no es hijo de Dios.


Queridos hermanos, ¡nosotros ya somos hijos de Dios! Y aunque todavía no sabemos cómo seremos en el futuro, sí sabemos que, cuando Jesucristo vuelva otra vez, nos pareceremos a él, porque lo veremos como él es en realidad.


Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros tal como Jesús nos lo mandó.


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