Pero Joseba, que era hija del rey Jorán, hermana de Ocozías y mujer del sacerdote Joyadá, tomó a Joás, que era uno de los hijos de Ocozías, y lo escondió con su niñera en el dormitorio poniéndolo a salvo de Atalía. Así escapó Joás de la muerte, y durante seis años estuvo escondido con su niñera en el Templo de Dios. Mientras tanto, Atalía reinaba en el país.