Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 7:7 - Biblia Lenguaje Básico

7 ¿He pedido acaso a los jefes de Israel alguna vez que me hicieran una casa de maderas finas?

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: Por qué no me habéis edificado casa de cedro?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Sin embargo, dondequiera que fui con los israelitas, ni una sola vez me quejé ante los jefes de las tribus de Israel, los pastores de mi pueblo Israel. Nunca les pregunté: ‘¿Por qué no me han construido una hermosa casa de cedro?’”.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Todo el tiempo que he caminado en medio de los israelitas, jamás he dicho a alguno de los jueces de Israel, a los que había puesto como pastores de mi pueblo de Israel: ¿Por qué no me construyen una casa de cedro?

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Doquiera que he estado yendo con todos los hijos de Israel ¿acaso he hablado palabra con alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo Israel, para decirles: ¿Por qué no me edificáis una Casa de cedro?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Durante todo el tiempo en que anduve en medio de todos los israelitas, dije yo acaso a alguno de los jefes de Israel por mí designados para apacentar a mi pueblo Israel: ¿por qué no me habéis edificado una casa de cedro?

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 7:7
19 Referencias Cruzadas  

Viene cuidando a su pueblo, como cuida un pastor a su rebaño: lleva en brazos a los corderos y guía con cuidado a las ovejas que acaban de tener su cría».


Así dice Dios: «El cielo es mi trono y sobre la tierra apoyo mis pies. ¿Cómo pretendéis construirme un templo para que yo viva en él?


Le daré otros gobernantes que lo dirijan como es debido para que nadie tenga miedo ni muera. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Yo os daré gobernantes que actúen como a mí me gusta, para que os guíen con sabiduría y con inteligencia.


—Ezequiel, hombre mortal, dales a los gobernantes de Israel el siguiente mensaje de mi parte: ¡Ay de vosotros, gobernantes de Israel que deberíais cuidar a los israelitas como cuidan los pastores a sus ovejas, pero solo os preocupáis de vosotros mismos!


Les enviaré de nuevo a David, mi fiel siervo, para que los cuide.


Cuando vengan los asirios para invadir nuestro país y quieran ocupar nuestros palacios, ese rey nos librará de ellos y nos hará vivir en paz. Valiéndose de sus jefes y capitanes, someterá a Asiria con la espada y nos librará de los asirios —habitantes de Nemrod— cuando estos intenten invadirnos.


«Tú, Belén, no eres la menos importante entre las ciudades de Judá, pues de ti nacerá un príncipe, que guiará a mi pueblo Israel».


Debéis cuidaros a vosotros mismos y cuidar a los miembros de la Iglesia. Recordad que el Espíritu Santo os puso como líderes para que cuidéis de la Iglesia que Dios salvó por medio de la muerte de su propio Hijo.


y gritaron: —¡Israelitas, ayudadnos! ¡Este es el hombre que anda por todas partes hablando en contra de nuestro país, en contra de la ley de Moisés, y en contra de este Templo! ¡Hasta extranjeros ha metido en el Templo! ¡No respeta ni este lugar santo!


Quiero darles un consejo a los líderes de la Iglesia. Yo también soy líder como ellos y soy testigo de cómo sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese de nuevo y muestre su gloria, yo también disfrutaré de esa gloria. Este es mi consejo:


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos