1 Samuel 7:3 - Biblia Lenguaje Básico3-4 Por eso Samuel les dijo: —Si de verdad queréis dar culto a Dios, dejad de adorar a los dioses ajenos y a las imágenes de Baal y de Astarté. Convertíos y dad culto solamente a nuestro único Dios. Así él los librará del poder de los filisteos. Los israelitas dejaron de adorar a esos dioses, y adoraron solamente al Dios de Israel. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19603 Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y solo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos. Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente3 Entonces Samuel le dijo a todo el pueblo de Israel: «Si de todo corazón desean volver al Señor, desháganse de sus dioses ajenos y de las imágenes de Astoret. Dediquen su corazón al Señor y obedézcanlo solamente a él; entonces él los rescatará de los filisteos». Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)3 Samuel declaró a todo el pueblo de Israel: 'Si realmente ustedes quieren volver a Yavé, quiten de en medio de ustedes los dioses extranjeros y las Astartés. Pongan su corazón en Yavé y sólo sírvanlo a él; sólo así los librará de las manos de los filisteos'. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion3 Y habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si os volvéis a YHVH con todo vuestro corazón, quitad de en medio vuestro a los dioses extraños y a Astarot, y preparad vuestro corazón para YHVH. Servidle sólo a Él, y Él os librará de mano de los filisteos. Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19753 Samuel dijo entonces a toda la casa de Israel: 'Si de todo corazón os volvéis a Yahveh, quitad de en medio de vosotros los dioses extraños y las Astartés, orientad vuestro corazón hacia Yahveh, servidle a él solo, y entonces él os librará del poder de los filisteos'. Ver Capítulo |
Más tarde, pusieron la armadura de Saúl en el templo de la diosa Astarté y colgaron el cadáver de Saúl en la muralla de Betsán. Al conocer los israelitas que vivían en Jabés de Galaad lo que los filisteos habían hecho con Saúl, un grupo de valientes viajó toda la noche y quitó de la muralla los cadáveres de Saúl y de sus hijos. Regresaron con ellos a Jabés, y allí los quemaron.