Entonces David reunió a todo el pueblo de Israel. Lo reunió desde Sijor, en la frontera con Egipto, hasta la entrada de Jamat. Luego fue con ellos a Quiriat Jearín, también llamada Baalá de Judá, para llevar a Jerusalén el Arca ante la que se invoca el Dios todopoderoso que tiene su trono entre los querubines.