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1 Juan 3:12 - Biblia Lenguaje Básico

12 No debemos ser como Caín, que era como un hijo del diablo y por eso mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque lo que Caín hacía era malo, y lo que hacía su hermano era bueno.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 No debemos ser como Caín, quien pertenecía al maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo recto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 No imitemos a Caín, que era del Maligno, y mató a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque él hacía el mal, y su hermano hacía el bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 No como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano;° ¿y por qué razón lo asesinó? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 No como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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1 Juan 3:12
31 Referencias Cruzadas  

Adán volvió a tener relaciones sexuales con su mujer, y ella tuvo un hijo, al que le puso por nombre Set, pues dijo: —Dios me concedió otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.


Absalón, por su parte, dejó de hablar a Amnón, ni para bien ni para mal, pues lo odiaba por haber violado a su hermana.


Los malvados ponen todo su empeño en hacer mal a los buenos


Mis enemigos son poderosos, son muchos y me odian sin razón.


El enfado es cruel y la ira es destructiva, pero la envidia es aún mucho peor.


Los asesinos odian al honrado, los malvados lo persiguen a muerte.


Ni el hombre justo soporta al malvado, ni el malvado soporta al hombre justo.


Hay algunos que escuchan el mensaje del reino de Dios, pero no lo entienden, viene el diablo y hace que lo olviden; estos son como las semillas que cayeron junto al camino.


El campo es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que pertenecen al reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que pertenecen al diablo,


Por eso, seréis culpables de la muerte de toda persona buena en el mundo; comenzando por la muerte de Abel hasta terminar con la muerte del profeta Zacarías, que era hijo de Berequías. A este profeta lo mataron entre el Templo y el altar de los sacrificios.


El gobernador les preguntó: —Decidme, ¿qué mal ha hecho este hombre? Pero la multitud gritó con más fuerza: —¡Crucifícalo!


Decid simplemente: «sí» o «no». Todo lo que digáis de más viene del diablo.


comenzando por la muerte de Abel y terminando por la del profeta Zacarías, al que mataron entre el Templo y el altar de los sacrificios. Os aseguro que todos vosotros seréis castigados por esto.


pero él les dijo: —Me habéis visto hacer muchas cosas buenas con el poder que mi Padre me ha dado. A ver, decidme, ¿por cuál de ellas queréis apedrearme?


Pero yo os he dicho la verdad que he escuchado de Dios, y vosotros queréis matarme. ¡Abrahán nunca hizo algo así!


Pero vosotros hacéis exactamente lo mismo que vuestro padre. Ellos le contestaron: —¡No nos acuses de tener otro padre! Nuestro único Padre es Dios.


Ellos trataron mal a todos los profetas, y mataron a los que anunciaron la venida de Jesús, el Mesías a quien vosotros habéis traicionado y matado.


A vosotros, hermanos, os ha pasado lo mismo que a los cristianos de las iglesias de Dios en Judea: ¡vuestra propia gente os ha hecho sufrir, lo mismo que a ellos sus compatriotas judíos.


Abel tuvo fe en Dios y por eso le ofreció un sacrificio más valioso que el de Caín. La fe hizo que Dios considerase a Abel como justo y que aceptara sus ofrendas. Y aunque Abel ya está muerto, todavía podemos aprender mucho de la fe que tuvo en Dios.


Os habéis acercado a Jesús, y recordad que, por medio de él, Dios hizo un nuevo pacto con vosotros. La sangre que derramó Jesús en la cruz, y con la que hemos sido rociados, dice mucho más que la sangre derramada por Abel.


Pero como ahora ya no os juntáis con ellos para llevar una vida desordenada, ellos se extrañan y hablan mal de vosotros.


Pero el que siempre hace lo malo es amigo del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el día en que Dios creó el mundo. Por esta razón vino el Hijo de Dios al mundo: para destruir todo lo que hace el diablo.


¡Ay de ellos! Se portan como Caín y por el afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaán y por su comportamiento morirán como murió Coré.


Luego me di cuenta de que la mujer se había bebido el vino y se había emborrachado con él. Ese vino representa la sangre del pueblo de Dios y de los que han sufrido el martirio por mantenerse fieles a Jesús. Esta visión me llenó de asombro,


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