9 'Iré contigo - dijo ella - sólo que entonces no será tuya la gloria del camino que emprendes, porque Adonai entregará a Sísara en manos de una mujer.' Débora se levantó y marchó con Baraq a Quédes.
9 Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.
9 —Muy bien —dijo ella—, iré contigo. Pero tú no recibirás honra en esta misión, porque la victoria del Señor sobre Sísara quedará en manos de una mujer. Así que Débora fue con Barac a Cedes.
9 Ella le dijo: 'Muy bien, iré contigo, pero estás empezando mal, y la gloria de esta expedición no será para ti; Yavé pondrá a Sísera en manos de una mujer'. Se levantó pues Débora y Barac partió con ella rumbo a Cadés.
9 Y ella dijo: Ciertamente iré contigo, pero no será tuya la gloria de la jornada que vas a emprender, porque YHVH entregará a Sísara en mano de una mujer. Y Débora se levantó y fue con Barac a Cedes.
9 Respondió ella: 'Bien, iré contigo; pero no será tuya la gloria de la expedición que vas a emprender, porque Yahveh entregará a Sísara en manos de una mujer'. Débora se levantó y se fue con Barac a Cades.
que se opusieron al rey Ozías y le dijeron: 'No te corresponde a ti, Ozías, quemar incienso a Adonai, sino a los sacerdotes, los hijos de Aarón, que han sido consagrados para quemar el incienso. ¡Sal del santuario porque estás prevaricando, y tú no tienes derecho a la gloria que viene de Adonai Di-s!'
Entonces se encendió la ira de Adonai contra Israel. Los puso en manos de salteadores que los despojaron, los dejó vendidos en manos de los enemigos de alrededor y no pudieron ya sostenerse ante sus enemigos.
El llamó enseguida a su escudero y le dijo: 'Desenvaina tu espada y mátame, para que no digan de mí: Lo ha matado una mujer.' Su escudero lo atravesó y murió.
Por eso - palabra de Adonai, Di-s de Israel - yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían siempre en mi presencia, pero ahora - palabra de Adonai - me guardaré bien de ello. Porque a los que me honran, yo les honro, pero los que me desprecian son viles.