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Jueces 4:5 - Biblia Universidad de Jerusalem

5 Se sentaba bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraím; y los israelitas subían donde ella en busca de justicia.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Solía sentarse bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la zona montañosa de Efraín, y los israelitas acudían a ella para que los juzgara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Se sentaba bajo la Palmera de Débora, entre Rama y Betel, en la montaña de Efraín, y los israelitas subían donde ella para obtener justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y se sentaba bajo el palmar de Débora, entre Ramá y Bet-’El, en la serranía de Efraín, y los hijos de Israel acudían a ella para que los juzgara.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Se sentaba bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraín; y los israelitas acudían a ella para resolver sus litigios.

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Jueces 4:5
18 Referencias Cruzadas  

Débora, la nodriza de Rebeca, murió y fue sepultada en las inmediaciones de Betel, debajo de una encina; y él la llamó la Encina del Llanto.


Al día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo ante Moisés desde la mañana hasta la noche.


Cuando tienen un pleito, vienen a mí; yo dicto sentencia entre unos y otros, y les doy a conocer los preceptos de Di-s y sus leyes.'


Así que escúchame; te voy a dar un consejo, y Di-s estará contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Di-s y lleva ante Di-s sus asuntos.


Estos juzgaban al pueblo en todo momento; los asuntos graves se los presentaban a Moisés, mas en todos los asuntos menores juzgaban por sí mismos.


Así dice Adonai:En Ramá se escuchan ayes, lloro amarguísimo.Raquel que llora por sus hijos, que rehúsa consolarse - por sus hijos - porque no existen.


siguiendo de Betel a Luz, pasaba hacia la frontera de los arquitas por Atarot;


Bet Haarabá, Semaráyim, Betel;


En aquel tiempo, Débora, una profetisa, mujer de Lappidot, era juez en Israel.


Hubo un hombre de Ramatáyim, sufita de la montaña de Efraím, que se llamaba Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita.


Se levantaron de mañana y, después de haberse postrado ante Adonai, regresaron, volviendo a su casa, en Ramá. Elcaná se unió a su mujer Ana y Adonai se acordó de ella.


Oyó Saúl que David y los hombres que estaban con él habían sido descubiertos. Estaba Saúl en Guibeá, en el alto, debajo del tamarisco, con la lanza en la mano, rodeado de todos sus servidores.


Samuel murió. Todo Israel se congregó para llorarle y lo sepultaron en su heredad, en Ramá. David se levantó y bajó al desierto de Maón.


Después se volvía a Ramá porque allí tenía su casa, y juzgaba a Israel. Y edificó allí un altar a Adonai.


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