Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 18:12 - Biblia Universidad de Jerusalem

12 El hombre respondió a Joab: 'Aunque pudiera pesar en la palma de mi mano mil siclos de plata, no alzaría mi mano contra el hijo del rey, pues ante nuestros oídos te ordenó el rey, a ti, a Abisay y a Ittay: 'Guardadme al joven Absalón.'

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 El hombre dijo a Joab: Aunque me pesaras mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros oímos cuando el rey te mandó a ti y a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 —No mataría al hijo del rey ni por mil piezas de plata —le respondió el hombre a Joab—. Todos escuchamos lo que el rey les dijo a usted, a Abisai y a Itai: “Por consideración a mí, por favor, perdonen la vida del joven Absalón”.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pero el hombre le respondió: 'Aunque tuviera en mis manos mil piezas de plata, no pondría la mano encima del hijo del rey. Ante todos nosotros el rey dio esta orden a ti, a Abisaí y a Itaí: Por respeto a mí, no maten al joven Absalón.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Pero el hombre respondió a Joab: Aunque se pesaran en mis manos mil siclos de plata, yo no extendería mi mano contra el hijo del rey, porque oyéndolo nosotros, el rey os dio órdenes a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: ¡Cuidad que nadie toque al joven Absalón!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Pero aquel hombre respondió a Joab: 'Aunque yo pudiera tener en las palmas de mis manos mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey, porque a nuestros propios oídos os dio el rey esta orden a ti, a Abisay y a Itay: 'Preservadme al joven Absalón'.

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 18:12
3 Referencias Cruzadas  

Joab dijo al hombre que le avisaba: 'Y viéndole ¿por qué no le has derribado allí mismo en tierra, yo te habría dado diez siclos de plata y un cinturón?'


El rey ordenó a Joab, Abisay y a Ittay: 'Tratad bien, por amor a mí, al joven Absalón.' Y todo el ejército oyó las órdenes del rey a todos los jefes acerca de Absalón.


Entonces el rey se estremeció. Subió a la estancia que había encima de la puerta y rompió a llorar. Decía entre sollozos: '¡Hijo mío, Absalón; hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!'


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios