Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 16:4 - Biblia Universidad de Jerusalem

4 El rey dijo a Sibá: 'Todo lo de Meribbaal es para ti' Sibá respondió: 'Me postro ante ti. ¡Que halle yo gracia a tus ojos, oh rey mi señor!'

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Entonces el rey dijo a Siba: He aquí, sea tuyo todo lo que tiene Mefi-boset. Y respondió Siba inclinándose: Rey señor mío, halle yo gracia delante de ti.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 —En ese caso —le dijo el rey a Siba—, te doy todo lo que le pertenece a Mefiboset. —Me inclino ante usted —respondió Siba—, que yo siempre pueda complacerlo, mi señor el rey.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El rey dijo a Siba: 'Todo lo que tiene Meribaal te pertenece'. Siba respondió: '¡Sólo puedo inclinarme, que siempre cuente con el favor del rey mi señor!'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Entonces el rey dijo a Siba: ¡He aquí que todo lo que pertenece a Mefi-boset es tuyo! Y Siba dijo: ¡Oh rey señor mío, me postro y espero hallar gracia ante tus ojos!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Entonces el rey dijo a Sibá: 'Para ti será todo lo que pertenece a Meribaal'. Respondió Sibá: 'Me postro ante ti. ¡Goce yo de tu favor, oh rey, mi señor!'.

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 16:4
14 Referencias Cruzadas  

Cayó Joab sobre su rostro en tierra y postrándose bendijo al rey. Joab dijo: 'Hoy ha conocido tu siervo que ha hallado gracia a tus ojos, oh rey mi señor, pues ha cumplido el rey el deseo de su siervo.'


Entró, pues, donde el rey la mujer de Técoa y cayendo sobre su rostro en tierra se postró y dijo: '¡Sálvame, oh rey!'


El rey dijo a la mujer: 'Vete a tu casa que yo daré órdenes sobre tu asunto.'


El rey preguntó: '¿Dónde está el hijo de tu señor?' Sibá respondió al rey: 'Se ha quedado en Yerushalaim porque se ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.'


Cuando el rey David llegó a Bajurim salió de allí un hombre del mismo clan que la casa de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá. Iba maldiciendo mientras avanzaba.


Respondió él: '¡Oh rey, señor mío! Mi servidor me engañó: Tu siervo le había dicho: 'Aparéjame el asno; montaré en él, y me iré con el rey', porque tu siervo es cojo.


Llegó Meribbaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, adonde David y cayendo sobre su rostro se postró. David le dijo: 'Meribbaal', y respondió: 'Aquí tienes a tu siervo.'


Llamó el rey a Sibá, criado de Saúl, y le dijo: 'Todo lo que pertenecía a Saúl y a toda su casa, se lo doy al hijo de tu señor.


No recibas regalos; porque el regalo ciega a los perspicaces y pervierte las causas justas.


Si uno responde antes de escuchar eso es para él necedad y confusión.


Parece justo el primero que pleitea; mas llega su contendiente y lo pone al descubierto.


Tampoco es bueno el afán cuando falta la ciencia, el de pies precipitados se extravía.


Un solo testigo no es suficiente para convencer a un hombre de cualquier culpa o delito; sea cual fuere el delito que haya cometido, sólo por declaración de dos o tres testigos será firme la causa.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos