llegáronse a Noé; al arca, dos y dos, macho y hembra, de toda carne en que hay aliento de vida.
Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
De dos en dos entraron en el barco, en representación de todo ser vivo que respira.
De todo ser que respira y vive entraron con Noé en el arca en fila de a dos.
Y llegaron a Noé, al arca, de dos en dos, de toda carne en que había aliento de vida.
Entraron con Noé al arca parejas de toda carne en que había hálito de vida.