2 Pedro 1:4 - Biblia Septuaginta al Español

⁴ Por las cuales, las muy grandes y preciosas promesas nos ha donado; para que, por ellas, os hagáis de la divina partícipes naturaleza, huyendo de la del mundo de concupiscencia corrupción.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Por ellas nos ha concedido lo más grande y precioso que se pueda ofrecer: ustedes llegan a ser partícipes de la naturaleza divina, escapando de la corrupción que en este mundo va a la par con el deseo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ por medio de las cuales nos ha dado° preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegarais a ser consubstanciales° con la naturaleza divina; habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ en virtud de las cuales nos hizo donación de preciosas y magníficas promesas, para que seáis participantes de la divina naturaleza huyendo de la corrupción existente en el mundo por causa de la concupiscencia.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.

2 Pedro 1:4 Referencias Cruzadas

Romanos 9:4

los que son israelitas; de quienes, la adopción, y la gloria; y la alianza, y la legislación, y el culto y las promesas;

2 Corintios 1:20

Pues cuantas promesas(g) de Dios en él, el «Sí»; por lo cual también por él, el «Amén»(h) ; a Dios para gloria por(i) nosotros.

2 Corintios 3:18

Y nosotros todos, a descubierta faz, la gloria de Señor especulando(i) , en la misma imagen somos transformados, de gloria en gloria, como por Señor-Espíritu(j) .

2 Corintios 6:17

Por lo cual salid de en medio de ellos, y separaos, dice Dios; y a cosa impura no adhiráis; y yo acogeréos;

Gálatas 3:16

Pero a Abrahán dichas fueron las promesas y a la simiente de él. No dice: «Y a las simientes», como(f) de muchos, sino como de uno: «Y a tu simiente; el que es Cristo.

Gálatas 6:8

porque el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción; y el que siembra en el espíritu, del espíritu segará vida eterna.

Efesios 4:13

hasta que nos encontremos todos en la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, en varón perfecto, en medida de edad de la plenitud(c) del Cristo;

Colosenses 3:10

y vistiéndoos del nuevo, el que es renovado, en conocimiento, según la imagen del que le creó;

Hebreos 12:10

Pues aquéllos para pocos días, según lo que les parecía, educaban; éste, empero, en lo conveniente a participar de su santidad.

Hebreos 9:15

Y por esto de alianza nueva medianero es; para que, muerte viniendo en redención de las bajo el primer testamento transgresiones, la promesa recibiesen los llamados, de la eterna herencia.

Santiago 1:27

Religión pura e inmaculada ante Dios y Padre, ésta es: visitar huérfanos y viudas en la tribulación de ellos; inmancillado guardarse del mundo.

2 Pedro 1:1

Simeón(a) Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han alcanzado igual fe que nosotros en justicia del Dios nuestro y Salvador Jesucristo.

2 Pedro 3:13

Y nuevos cielos y nueva tierra, según las promesas de él aguardamos, en los cuales justicia habita.

2 Pedro 3:9

No tarda Dios la promesa, como algunos tardanza creen; sino que se longanima por nosotros; no queriendo que algunos perezcan, sino que todos a arrepentimiento se lleguen.

1 Juan 2:25

Y ésta es la promesa que él os ha prometido: la vida la eterna.

1 Juan 3:2

Amados, ahora hijos de Dios somos, y aún no ha parecido lo que seremos. Sabemos que, si él pareciere, semejantes a él seremos; porque le veremos, así como es.