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Juan 1:51 - Biblia Version Moderna (1929)

51 Y le dice: En verdad, en verdad os digo, que en adelante veréis abierto el cielo, y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

51 Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

51 En verdad les digo que ustedes verán los cielos abiertos y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

51 Y le dice: De cierto, de cierto os digo:° Veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que ascienden° y descienden sobre el Hijo del Hombre.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 Y le añade: 'De verdad os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre'.

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Juan 1:51
55 Referencias Cruzadas  

Y soñó: y he aquí una escalera cuya base estaba en la tierra, y su cima tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y bajaban por ella:


y dijo: He aquí, yo veo abiertos los cielos, y al Hijo del hombre, puesto en pie, a la diestra de Dios.


Y se le apareció un ángel del cielo, que le fortalecía.


Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, alabando a Dios, y diciendo:


Jesús le dijo: Lo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder divino, y viniendo con las nubes del cielo.


Y luego, al subir del agua, vió partidos los cielos, y al Espíritu como paloma que bajaba sobre él.


Y habiendo sido bautizado, Jesús subió luego del agua; y he aquí que los cielos le fueron abiertos, y vió al Espíritu de Dios que bajaba como paloma y venía sobre él.


Y ACONTECIÓ que a los treinta años (de edad), en el mes cuarto, al cinco del mes, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Kebar, fueron abiertos los cielos, y tuve visiones de Dios.


y vió el cielo abierto, y descendiendo cierto receptáculo, como si fuese un gran lienzo, que pendiente de sus cuatro puntas, bajaba a la tierra:


¶Y aconteció que cuando fué bautizado todo el pueblo, y siendo Jesús también bautizado, y estando orando, abrióse el cielo,


Entonces le dejó el diablo; y he aquí, ángeles vinieron y le servían.


¶Y ví el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y aquel que estaba sentado sobre él se llamaba Fiel y Verdadero; y en justicia juzga y hace guerra.


DESPUÉS de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí, voz como de trompeta, fué de uno que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá; y te mostraré las cosas que han de suceder después de éstas.


y a vosotros que sois afligidos, daros descanso juntamente con nosotros, en el tiempo de la revelación del Señor Jesús, desde el cielo, con sus poderosos ángeles,


Y un ángel del Señor brilló en derredor de ellos; y temieron con gran temor.


¿no son todos ellos espíritus ministradores, enviados para hacer servicio a favor de los que han de heredar la salvación?


Y sin controversia alguna, grande es el misterio de la piedad, es a saber: Aquel que fué manifestado en la carne, justificado en el espíritu, visto de ángeles, predicado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.


EN verdad, en verdad os digo: El que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino sube por otra parte, el tal es ladrón y salteador.


Mas de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios.


¶Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;


¶Y también de éstos profetizó Enoc, el séptimo contando desde Adam, diciendo: ¡He aquí que viene el Señor, con las huestes innumerables de sus santos ángeles,


los cuales sufrirán el castigo de eterna perdición, procedente de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,


En verdad, en verdad os digo: El que creyere en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y mayores que éstas hará, por cuanto yo voy al Padre.


En verdad, en verdad os digo: El que cree en mí tiene vida eterna.


Y aconteció que mientras estaban sumamente perplejas a causa de esto, he aquí que dos varones se pusieron junto a ellas, con vestiduras resplandecientes;


El Hijo del hombre se va en verdad, como está escrito de él; mas ¡ay de aquel hombre por quien es entregado el Hijo del hombre! bueno le fuera al tal hombre si nunca hubiera nacido.


En verdad, en verdad te digo: Cuando eras joven, tú mismo te ceñías, y andabas por donde querías; mas cuando seas viejo, extenderás tus manos, y otro te ceñirá, y te llevará a donde tú no quieras.


En verdad, en verdad os digo: Si alguno guardare mi palabra, no verá jamás la muerte.


Les dijo entonces Jesús: En verdad, en verdad os digo: No fué Moisés quien os dió el pan del cielo; mi Padre empero os da el verdadero pan del cielo.


Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo: A menos que el hombre naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.


En verdad, en verdad os digo, que vosotros lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se regocijará: vosotros estaréis tristes, pero vuestro dolor se convertirá en gozo.


En verdad, en verdad os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado mayor que aquel que le envió.


¶Jesús, por tanto, les dijo otra vez: En verdad, en verdad os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.


Jesús, pues, les dijo: En verdad, en verdad os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del hombre, y bebáis su sangre, no tendréis vida en vosotros.


y le ha dado potestad de ejecutar juicio, por cuanto él es Hijo del hombre.


¶Jesús, pues, respondió y les dijo: En verdad, en verdad os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque cuanto éste hace, esto hace el Hijo también de igual manera.


Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo: A menos que el hombre naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.


Mas para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): ¡Levántate, toma tu cama y véte a tu casa!


Y Jesús le dice: Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donderecostar la cabeza.


¡Despierta, oh espada, contra mi Pastor, y contra el Varón que es mi socio, dice Jehová de los Ejércitos! ¡hiere al Pastor, y serán dispersadas las ovejas, y yo tornaré mi mano contra los pequeñitos!


Y en aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dará.


Jesús respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? En verdad, en verdad te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.


Díjoles Jesús: En verdad, en verdad os digo: Antes que Abraham naciera, yo soy.


Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo, que todo aquel que comete pecado, siervo es del pecado.


Respondióles Jesús y dijo: En verdad, en verdad os digo: Me buscáis, no porque visteis los milagros, sino porque comisteis de los panes, y os saciasteis.


Jesús respondió y le dijo: ¿Por cuanto te dije: Te ví debajo de la higuera, crees tú? cosas mayores que éstas verás.


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