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1 Juan 3:9 - Biblia Version Moderna (1929)

9 Todo aquel que es engendrado de Dios no peca; porque aquella su simiente divina permanece en él, y él no puede pecar, por cuanto de Dios es engendrado.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 El que ha nacido de Dios no peca, porque permanece en él la semilla de Dios. Y ni siquiera puede pecar, porque ha nacido de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Todo el que es° nacido de Dios no practica° el pecado, porque la simiente° de Dios permanece en él, y no puede pecar, pues es nacido de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Quien ha nacido de Dios no peca, porque su germen permanece en él y no puede pecar, porque ha nacido de Dios.

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1 Juan 3:9
18 Referencias Cruzadas  

Sabemos que todo aquel que es engendrado de Dios, no peca; sino antes, el que es engendrado de Dios se guarda, y el maligno no le toca.


habiendo sido reengendrados, no de simiente corruptible, sino incorruptible, por medio de la palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre.


los cuales fueron engendrados, no de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.


Si sabéis que él es justo, sabed también que todo aquel que obra justicia, es engendrado de él.


TODO aquel que cree que Jesús es el Cristo, es engendrado de Dios; y cada uno que ama al que engendra, ama también al que de él es engendrado.


Porque todo aquel que es engendrado de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber, nuestra fe.


Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo: A menos que el hombre naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.


Porque la carne codicia contra el espíritu, y el espíritu contra la carne; pues que éstos son contrarios entre sí; de modo que no podéis hacer las cosas que quisiereis.


¶¡Amados míos, amémonos los unos a los otros; porque el amor es de Dios, y todo aquel que ama, es engendrado de Dios, y conoce a Dios.


No puede el árbol bueno llevar malos frutos, ni el árbol malo llevar frutos buenos.


¡No lo permita Dios! Nosotros que morimos al pecado, ¿cómo podremos vivir ya en él?


pues en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar las cosas que hemos visto y oído.


con esperanza de vida eterna, la que Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,


Ya que seguís diciendo: ¿Cómo podremos perseguirle, y qué base de acusación hallaremos contra él?


los que también no hacen iniquidad, pues andan en sus caminos!


Todo aquel que mora en él no peca; todo aquel que peca no le ha visto, ni le ha conocido.


Amado, no imites lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace lo que es bueno, es de Dios; el que hace lo que es malo, no ha visto a Dios.


¶De igual manera cuando cayere algo de sus cuerpos muertos sobre cualquiera clase de semilla de sembradura, que haya de sembrarse, quedará limpia.


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