Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





1 Juan 2:1 - Biblia Version Moderna (1929)

1 HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis. Y si alguno pecare, abogado tenemos para con el Padre, a saber, a Jesucristo el justo;

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Hijitos° míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno peca, Paracleto° tenemos ante el Padre: a Jesús el Mesías, el justo,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Hijitos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre: a Jesucristo, el justo.

Ver Capítulo Copiar




1 Juan 2:1
47 Referencias Cruzadas  

Pues que para todos hay un solo Dios, y un solo medianero entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús;


¿quién es el que condena? ¡Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que fué levantado de entre los muertos; el que está a la diestra de Dios; el que también intercede por nosotros!


Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.


Pues a aquel que no conoció pecado, le hizo pecado, a causa de nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.


¶Vosotros sois de Dios, hijitos, y los habéis vencido; porque mayor es Él que está en vosotros, que el que está en el mundo.


¶¡Hijitos míos, no amemos de palabra ni de la lengua, sino de obra y en verdad.


¡Hijitos míos, no dejéis que nadie os engañe! el que obra justicia es justo, así como él es justo:


Y ella dijo: Ninguno, Señor. Y Jesús le dijo: Ni yo tampoco te condeno; véte; y en adelante no peques más.]


Porque no entró Cristo en un lugar santo hecho de mano, que es una mera representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante de Dios por nosotros.


Y sabéis que él fué manifestado para quitar los pecados, y en él no hay pecado.


porque por medio de él ambos a dos tenemos libre la entrada, en virtud de un mismo Espíritu, al Padre.


Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios.


Mas si tú amonestares al justo, para que el justo no peque, y en efecto no pecare, él de seguro vivirá, porque fué amonestado; tú también habrás librado tu alma.


Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;


Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;


Hijitos míos, por quienes estoy otra vez en dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,


Como el Padre me conoce a mí, así también yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.


Empero el testimonio que yo tengo mayor es que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado que cumplir, las mismas obras que hago, dan testimonio de mí que el Padre me ha enviado.


Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.


el cual no hizo pecado, ni fué hallado engaño en su boca;


Despertad a vuestros sentidos, como es justo, y no pequéis; porque hay algunos que no tienen el conocimiento de Dios: lo digo para moveros a vergüenza.


Hallóle después Jesús en el Templo, y le dijo: He aquí ya estás sano; no peques más, no sea que te suceda otra cosa peor.


¡Regocíjate en gran manera, oh hija de Sión! ¡rompe en aclamaciones, oh hija de Jerusalem! he aquí que viene a tí tu rey, justo y victorioso, humilde, y cabalgando sobre un asno, es decir, sobre un pollino, hijo de asna.


La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre, es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo.


¡Atemorizaos, y no pequéis! ¡discurrid en vuestro corazón, sobre vuestra cama, y callad! (Pausa.)


Hijitos míos, guardaos de los ídolos.


Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la semejanza de Dios:


¶¿Qué diremos pues? ¿Hemos de pecar, por cuanto no estamos bajo sistema de ley sino bajo sistema de gracia? ¡No lo permita Dios!


Hijitos, todavía un poco de tiempo estoy con vosotros. Me buscaréis; y según dije a los judíos: A donde yo voy, vosotros no podéis venir, así ahora lo digo a vosotros.


¶Estas cosas te escribo, esperando ir en breve a verte,


Les dice entonces Jesús: ¿Hijos, tenéis algo de comer? Le respondieron: No.


y yo rogaré al Padre, el cual os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre;


¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? ¡y ellos mataron a aquellos que anunciaban de antemano la venida del Justo, de quien ahora vosotros habéis venido a ser los entregadores y matadores!


Pues si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más, siendo reconciliados, seremos salvados por su vida:


Toda injusticia es pecado; y hay pecado que no es para muerte.


No tengo mayor gozo que éste: el oír que mis hijos andan en la verdad.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios