Mateo 8:2 - Biblia Martin Nieto

² En esto se le acercó un leproso, se puso de rodillas ante él y le dijo: 'Señor, si quieres puedes limpiarme'.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

² Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² De repente, un hombre con lepra se le acercó y se arrodilló delante de él. —Señor —dijo el hombre—, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Un leproso se acercó, se arrodilló delante de él y le dijo: 'Señor, si tú quieres, puedes limpiarme.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Y he aquí un leproso, se acercó, y se postraba ante Él diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² En esto, se le acercó un leproso y se postró delante de él, diciéndole: 'Señor, si quieres, puedes dejarme limpio'.

Mateo 8:2 Referencias Cruzadas

Mateo 18:26

El empleado se echó a sus pies y le suplicó: Dame un plazo y te lo pagaré todo.

Mateo 15:25

Pero ella se acercó, se puso de rodillas ante él y le suplicó: '¡Señor, ayúdame!'.

1 Corintios 14:25

quedarán al descubierto sus secretos íntimos y, postrado de rodillas, adorará a Dios y proclamará que Dios está verdaderamente entre vosotros.

Hechos 10:25

Tan pronto como entró Pedro, Cornelio le salió al encuentro, cayó a sus pies y le adoró.

Juan 9:38

Respondió: 'Creo, Señor'. Y se puso de rodillas ante él.

Mateo 28:17

y, al verlo, lo adoraron. Algunos habían dudado hasta entonces.

Lucas 4:27

Y había muchos leprosos en Israel cuando Eliseo profeta, pero ninguno de ellos fue limpiado de su lepra sino Naamán, el sirio'.

Mateo 26:6

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,

Mateo 20:20

Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con ellos y se puso de rodillas para pedirle algo.

Mateo 14:33

Y los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: 'Verdaderamente tú eres el hijo de Dios'.

Mateo 13:58

Y no hizo allí muchos milagros por su falta de fe.

Mateo 9:18

Les estaba hablando así, cuando llegó un personaje importante, se echó a sus pies y le dijo: 'Mi hija acaba de morir; pero anda, pon tu mano sobre ella y vivirá'.

2 Reyes 15:5

El Señor castigó al rey, que estuvo leproso hasta su muerte; vivió en una casa aislada, mientras su hijo Jotán estaba al frente del palacio del gobierno de la nación.

2 Reyes 5:27

pero la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia blanco como la nieve de lepra.

Números 12:10

Tan pronto como desapareció la nube de la tienda, María apareció cubierta de lepra, blanca como la nieve. Aarón se volvió a mirarla, y la vio cubierta de lepra.

Apocalipsis 19:10

Yo caí a sus pies para adorarle, pero él me dijo: 'No lo hagas; yo soy un siervo como tú y tus hermanos, que dan el testimonio de Jesús. Adora a Dios' (dar testimonio de Jesús es tener espíritu de profecía).

Mateo 28:9

De pronto Jesús salió a su encuentro y les dijo: 'Dios os guarde'. Ellas se acercaron, se agarraron a sus pies y lo adoraron.

Mateo 10:8

Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, echad a los demonios: gratis lo habéis recibido, dadlo gratis.

Mateo 4:9

y le dijo: 'Todo esto te daré si te pones de rodillas y me adoras'.

Mateo 2:11

Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre; se pusieron de rodillas y lo adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

2 Reyes 5:1

Naamán, general del ejército del rey de Siria, era un hombre tenido en mucho y apreciado por su señor, porque por su medio el Señor había concedido una victoria a Siria. Pero estaba leproso.

2 Samuel 3:39

Yo soy débil todavía, aunque haya recibido la unción real, y estos hombres, los hijos de Sarvia, son más fuertes que yo. Que el Señor pague al que hizo el mal según su malicia'.

Mateo 8:1

Cuando bajó del monte, lo siguieron las multitudes.

Mateo 8:25

Se acercaron los discípulos y lo despertaron, diciendo: '¡Señor, sálvanos, que perecemos!'.

Hechos 10:14

Pedro dijo: 'De ningún modo, Señor, porque jamás he comido cosa profana o impura'.