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Lucas 6:8 - Biblia Martin Nieto

8 Él, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre de la mano seca: 'Levántate y ponte en medio'. Él se levantó y se puso.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Pero Jesús sabía lo que pensaban y le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos». Así que el hombre pasó adelante.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: 'Levántate y ponte ahí en medio. El se levantó y permaneció de pie.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero Él, conociendo los pensamientos de ellos, dijo al hombre que tenía contraída la mano: Levántate, y ponte en medio. Y levantándose, se puso en pie.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pero él, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: 'Levántate y ponte aquí delante'. Él se levantó y se puso allí.

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Lucas 6:8
19 Referencias Cruzadas  

y a sus hijos los voy a herir de muerte; de este modo todas las Iglesias sabrán que soy yo el que penetra los sentimientos y los pensamientos, y os daré a cada uno según sus obras.


Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: '¿Por qué pensáis tan mal?


Por eso, si Cristo sufrió en su carne mortal, haceos la cuenta de que también vosotros tenéis que sufrir, el que está dispuesto a sufrir en su carne ha roto con el pecado.


Y no hay criatura alguna que esté oculta ante ella, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos dar cuenta.


sin dejaros intimidar en lo más mínimo ante vuestros adversarios; lo que para ellos es señal de perdición, lo es en cambio para vosotros de salvación, y esto por obra de Dios.


El rey está bien enterado de estas cosas; pues no creo que se le oculte nada, ya que no han ocurrido en un rincón.


Pero a mí no me preocupa mi vida ni la juzgo estimable, con tal de acabar mi carrera y cumplir el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor, de anunciar la buena nueva, la gracia de Dios.


Por tercera vez le preguntó: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?'. Pedro se entristeció porque le había preguntado por tercera vez si lo amaba, y le respondió: 'Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo'. Jesús le dijo: '¡Apacienta mis ovejas!'.


Debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día. Cuando viene la noche nadie puede trabajar.


No necesitaba que le informasen de nadie, pues él conocía muy bien el interior del hombre.


Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: '¿Por qué pensáis así?


No desistirá, no desmayará hasta que implante en la tierra la justicia y sus leyes, que las islas esperan.


Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios o alzado nuestras manos hacia un dios extranjero,


Reconozco que lo puedes todo; ningún proyecto te es imposible.


Yo sé, Dios mío, que tú sondeas los corazones y amas la rectitud; con rectitud de corazón he hecho yo mis ofrendas, y ahora veo con gozo al pueblo aquí presente comprometerse voluntariamente contigo.


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.


Jesús les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?'.


Él dijo al hombre que tenía la mano seca: 'Levántate y ponte en medio'.


Jesús, al verla, la llamó y le dijo: 'Mujer, quedas libre de tu enfermedad'.


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