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Lucas 18:1 - Biblia Martin Nieto

1 Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás, les dijo esta parábola:

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Cierto día, Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por vencidos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Jesús les mostró con un ejemplo que debían orar siempre, sin desanimarse jamás:

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 También les° propuso° una parábola sobre la necesidad° de orar siempre y no desmayar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Luego les propuso una parábola sobre la necesidad que tenían de orar siempre y de no cansarse nunca.

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Lucas 18:1
26 Referencias Cruzadas  

Perseverad en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios,


alegres en la esperanza, pacientes en los sufrimientos, constantes en la oración;


No os inquietéis por cosa alguna, sino más bien en toda oración y plegaria presentad al Señor vuestras necesidades con acción de gracias.


orando sin cesar bajo la guía del Espíritu con toda clase de oraciones y súplicas; estad alerta y pedid constantemente por todos los creyentes;


Entonces, cuando me invoquéis y me dirijáis vuestras súplicas, yo os escucharé.


Estad alerta y orad en todo momento para que podáis libraros de todo lo que ha de venir y presentaros ante el hijo del hombre'.


No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos.


ten piedad de mí, Señor, pues te estoy llamando a todas horas;


cuando el Señor reconstruya a Sión y aparezca en su gloria,


Por eso, teniendo este ministerio por la misericordia de Dios, no nos desanimamos.


Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Jesucristo, que continuamente se esfuerza suplicando por vosotros, para que os mantengáis firmes y totalmente sometidos a la voluntad de Dios.


Bajaba hasta las raíces de los montes. Yo ya me veía su eterno prisionero; pero tú, Señor, Dios mío, me salvaste de la muerte.


Oh Dios, que habitas en Sión, a ti debemos alabarte, por ti hay que cumplir lo prometido;


Yo estoy seguro que he de ver los bienes del Señor en el mundo de los vivos.


pero los que esperan al Señor renuevan sus fuerzas, remontan el vuelo como águilas, corren sin fatigarse y caminan sin cansarse.


No le deis tregua a él, hasta que restablezca a Jerusalén y la constituya como gloria en medio de la tierra.


Como ella prolongase su oración ante el Señor, Elí se fijó en sus labios.


Porque el que pide recibe; el que busca encuentra, y al que llama se le abre.


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