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Lucas 15:20 - Biblia Martin Nieto

20 Se puso en camino y fue a casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y, conmovido, fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y levantándose, fue a su padre. Y estando él aún distante, su padre lo vio, y corriendo, enternecido, se echó sobre su cuello y lo besó efusivamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Partió, pues, y volvió a la casa de su padre. Todavía estaba lejos, cuando su padre lo vio venir y, hondamente conmovido, corrió a abrazarse a su cuello y lo besó repetidamente.

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Lucas 15:20
22 Referencias Cruzadas  

Esaú corrió a su encuentro, lo abrazó, se echó a su cuello y lo besó, y los dos se echaron a llorar.


Se abrazó al cuello de Benjamín y se echó a llorar, y Benjamín también lloró abrazado a él.


José hizo enganchar su carro y salió al encuentro de su padre, Israel, a Gosen. Al verlo, se echó a su cuello y lloró largamente abrazado a él.


Joab se presentó al rey y se lo comunicó. Entonces el rey llamó a Absalón. Absalón se presentó y se postró rostro en tierra ante el rey. Y el rey besó a Absalón.


Mas tú, Señor, misericordioso y compasivo, paciente y lleno de amor y de lealtad,


Señor, tú que eres bueno y que perdonas, lleno de piedad para los que te invocan,


¿Puede acaso una mujer olvidarse del niño que cría, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella lo olvidara, yo no me olvidaría de ti.


Yo he visto sus caminos, pero le curaré y le aliviaré; le colmaré de consuelos a él y a los que lloran;


¿Es para mí Efraín un hijo tan querido, un niño que hace mis delicias? Pues cada vez que lo amenazo me vuelvo a acordar de él, se me conmueven las entrañas y tengo compasión de él -dice el Señor-.


¿Cómo voy a abandonarte, Efraín; cómo voy a traicionarte, Israel? ¿Es que voy a tratarte como a Admá, y dejarte igual que a Seboín? Mi corazón se revuelve dentro de mí, y todas mis entrañas se estremecen.


Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo: tenme como a uno de tus jornaleros.


El hijo comenzó a decir: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo.


Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y también para todos los extranjeros que llame el Señor Dios nuestro'.


Todos rompieron a llorar, se echaron al cuello de Pablo y lo besaron,


mientras que ahora, unidos a Cristo Jesús gracias a su muerte, los que antes estabais lejos, ahora estáis cerca.


con su venida anunció la paz a los que estabais lejos y a los que estaban cerca;


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