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Lucas 13:25 - Biblia Martin Nieto

25 Una vez que el amo de la casa se haya levantado y cerrado la puerta, os quedaréis fuera y comenzaréis a llamar a la puerta: ¡Señor, ábrenos!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Cuando el señor de la casa haya cerrado la puerta, será demasiado tarde. Ustedes quedarán afuera llamando y rogando: “¡Señor, ábrenos la puerta!”, pero él contestará: “No los conozco ni sé de dónde vienen”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Si a ustedes les ha tocado estar fuera cuando el dueño de casa se levante y cierre la puerta, entonces se pondrán a golpearla y a gritar: ¡Señor, ábrenos! Pero les contestará: No sé de dónde son ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Después que el amo de casa se levante y cierre la puerta, aunque comencéis a golpear por fuera la puerta, diciendo: Señor, ¡ábrenos!, os responderá° diciendo: No sé de dónde sois.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Después que el amo de la casa se haya levantado a cerrar la puerta, vosotros os quedaréis fuera y comenzaréis a llamar a la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Pero él os responderá: 'No sé de dónde sois vosotros'.

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Lucas 13:25
12 Referencias Cruzadas  

Pero él os dirá: No sé de dónde sois; apartaos de mí, agentes de injusticias.


'¿Por qué me llamáis ¡Señor! ¡Señor!, y no hacéis lo que os digo?


Luego dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.


Buscad al Señor mientras puede ser hallado; clamad a él mientras está cerca.


Sabéis bien que, como consecuencia, cuando quiso recibir la bendición, le fue negada, y no logró cambiar lo que había hecho, aunque lo intentó con lágrimas.


Porque él dice: En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salvación te ayudé. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de la salvación.


Por eso los fieles te suplican el día de la desgracia, y así, aunque las aguas se desborden, no los alcanzarán.


un macho y una hembra de cada especie, tal y como se lo había ordenado Dios. Y el Señor cerró la puerta detrás de Noé.


Demostrad con obras vuestro arrepentimiento, y no os pongáis a decir: Tenemos por padre a Abrahán; porque yo os digo que Dios puede sacar de estas piedras hijos de Abrahán.


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