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Levítico 3:3 - Biblia Martin Nieto

3 De este sacrificio de reconciliación ofrecerá al Señor, como ofrenda quemada, la grasa que recubre las entrañas y la que hay sobre ellas;

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 El sacerdote presentará parte de esta ofrenda de paz como una ofrenda especial al Señor. Esto incluye toda la grasa que rodea las vísceras,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Se tomará una parte del sacrificio de comunión y se ofrecerá por el fuego para Yavé: el sebo que cubre las entrañas y todo lo que hay sobre ellas;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Del sacrificio de las ofrendas de paz, presentará una ofrenda ígnea ante YHVH con la grasa que cubre los intestinos, toda la grasa que hay sobre las entrañas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Del sacrificio de comunión ofrecerá como manjar pasado por el fuego en honor de Yahveh la grasa que recubre los intestinos y toda la grasa que envuelve las entrañas,

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Levítico 3:3
25 Referencias Cruzadas  

tienen el corazón embrutecido, pero yo me deleito en tu ley;


Tomas todo el sebo que cubre las entrañas, la redecilla del hígado, los dos riñones y el sebo que los envuelve, y lo quemas sobre el altar.


Tomas después el sebo del carnero, esto es, el rabo y el sebo que recubre las entrañas, la redecilla del hígado y los dos riñones con el sebo que hay sobre ellos, junto con la pierna derecha, porque es carnero de consagración.


Hijo mío, dame tu corazón y ten los ojos fijos en mis consejos.


Embota el corazón de este pueblo, endurece su oído, ciega sus ojos, de suerte que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, ni se convierta, ni se cure.


Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo; quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.


En cambio, los sacerdotes levitas, descendientes de Sadoc, que se mantuvieron fieles al servicio de mi santuario cuando los israelitas se extraviaron lejos de mí, serán quienes se acerquen a mí para servirme y quienes lleguen a mi presencia a ofrecerme la grasa y la sangre, dice el Señor Dios.


Lo descuartizará, y el sacerdote dispondrá los trozos, con la cabeza y las grasas, sobre la leña colocada encima del fuego del altar.


y acomodarán los trozos, con la cabeza y las grasas, encima de la leña colocada sobre el fuego del altar.


para quemar las grasas de la víctima por el pecado sobre el altar.


El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado, un perfume agradable. Las grasas pertenecen en su totalidad al Señor.


Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará a la entrada de la tienda de la reunión. Los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre en torno al altar.


los dos riñones con la grasa que los envuelve, la grasa que envuelve los lomos y la sabanilla que habrá separado del hígado y los dos riñones.


de la misma manera que fue tomada en el novillo del sacrificio de reconciliación, y el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos.


Presentará con sus propias manos la ofrenda que ha de ser quemada, a saber, las grasas y el pecho, para ofrecerlo con el rito de presentación delante del Señor.


El sacerdote lo quemará sobre el altar: es una ofrenda quemada en honor del Señor. Es un sacrificio de reparación.


Quemó luego sobre el altar las grasas de la víctima, los riñones y la sabanilla del hígado, como el Señor había ordenado a Moisés;


'¡Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen!


Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí;


y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.


Sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;


El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tus descendientes para que le ames con todo tu corazón y toda tu alma, y así vivas.


Más aún: antes de que se quemase la grasa, llegaba el criado del sacerdote y decía al que iba a ofrecer el sacrificio: 'Dame la carne para asársela al sacerdote; porque no te aceptará carne cocida, sino cruda'.


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