Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Levítico 12:8 - Biblia Martin Nieto

8 Si sus posibilidades no llegan a un cordero, presentará dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro en sacrificio por el pecado. El sacerdote hará sobre ella el rito de absolución y quedará purificada'.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Si a la mujer no le alcanza para comprar un cordero, deberá llevar un par de tórtolas o dos pichones de paloma. Uno será para la ofrenda quemada y el otro para la ofrenda de purificación. El sacerdote los sacrificará para purificarla a ella, y quedará ceremonialmente pura».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si la mujer no puede ofrecer una res menor, ofrecerá dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y si su mano no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos,° uno para holocausto y otro para ofrenda por el pecado, y el sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Si no tiene lo necesario para un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y otro para el sacrificio por el pecado; el sacerdote hará la expiación por ella y ella quedará purificada'.

Ver Capítulo Copiar




Levítico 12:8
14 Referencias Cruzadas  

Si su ofrenda al Señor es un holocausto de aves, ofrecerá tórtolas o pichones.


El sacerdote los ofrecerá ante el Señor, hará sobre ella el rito de absolución y quedará purificada de su flujo de sangre. Ésta es la ley para la mujer que da a luz un niño o una niña.


El Señor dijo a Moisés y a Aarón:


Si es pobre y no puede procurarse las víctimas ordinarias, tomará un solo cordero como sacrificio de reparación para el rito de presentación y para hacer sobre él el rito de absolución; cuatro kilos y medio de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; medio litro de aceite;


dos tórtolas o dos pichones, según sus posibilidades, uno para el sacrificio por el pecado y otro para el holocausto.


Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones, se presentará con ellos ante el Señor, a la entrada de la tienda de la reunión, y los entregará al sacerdote,


que los ofrecerá, uno en sacrificio por el pecado y otro en holocausto. El sacerdote hará sobre él, delante del Señor, el rito de absolución por su derrame.


Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones y los presentará al sacerdote a la entrada de la tienda de la reunión.


Luego quemará todas las grasas sobre el altar, como había hecho con las grasas del sacrificio de reconciliación. El sacerdote hará el rito de absolución por el jefe, a quien se le perdonará el pecado. d) De un hombre del pueblo.


Si sus posibilidades no llegan tampoco al par de tórtolas o de pichones, presentará como ofrenda por su pecado cuatro kilos y medio de flor de harina sin mezclar aceite ni poner incienso, pues es un sacrificio por el pecado.


Si no está en su mano ofrecer ganado menor, presentará al Señor, como reparación por el pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones, uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto.


Jesús entró en el templo y echó a todos los que estaban allí vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,


Vosotros ya conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo rico se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos