Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Juan 15:5 - Biblia Martin Nieto

5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece unido a mí y yo en él, da mucho fruto; porque sin mí no podéis hacer nada.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.

Ver Capítulo Copiar




Juan 15:5
28 Referencias Cruzadas  

Todo lo puedo en aquel que me conforta.


y os comportéis de una manera digna del Señor, intentando complacerle en todo, fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios,


No me elegisteis vosotros a mí, sino yo a vosotros; y os designé para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, a fin de que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.


Por el contrario, los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, generosidad, benignidad, bondad, fe,


El fruto de la justicia es un árbol de vida, y la violencia arranca las vidas.


Porque no tengo ningún poder contra la verdad; sólo lo tengo a favor de ella.


Jesús les dijo: 'Os aseguro que el hijo no puede hacer nada de por sí que no vea hacerlo al Padre, y lo que éste hace lo hace igualmente el hijo.


Todo don excelente y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay cambio ni sombra de variación.


creced más bien en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad!


Os aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto.


Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley en la persona de Cristo, a fin de pertenecer a otro, al resucitado de entre los muertos, para que produzcamos frutos para Dios.


llenos de frutos de justicia por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.


Si él no fuera de Dios, no podría hacer nada'.


No es que busque que me deis algo; lo que busco es que se acreciente el fruto que redunda en favor vuestro.


Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna.


Y no hay salvación en ningún otro, pues no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos'.


Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, forman un cuerpo, así también Cristo.


Acercaos a él, piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y apreciada por Dios;


Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno por su parte es miembro de ese cuerpo.


(porque el fruto de la luz consiste en la bondad, en la justicia y en la verdad).


El que provee simiente al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará vuestros sembrados y aumentará los frutos de vuestra justicia.


que llegó hasta vosotros, y que, como fructifica y crece en todo el mundo, así también ha sucedido entre vosotros desde el día en que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en la verdad,


así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y somos todos miembros unos de otros.


El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión con el cuerpo de Cristo?


Se alimentan del pecado de mi pueblo, están hambrientos de su iniquidad.


pero no tiene raíz, es inconstante y, cuando llega la prueba o la persecución a causa de la palabra, inmediatamente se viene abajo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios