Juan 11:39 - Biblia Martin Nieto

³⁹ Jesús dijo: 'Quitad la piedra'. Marta, la hermana del difunto, le dijo: 'Señor, ya huele, pues lleva cuatro días'.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ «Corran la piedra a un lado», les dijo Jesús. Entonces Marta, la hermana del muerto, protestó: —Señor, hace cuatro días que murió. Debe haber un olor espantoso.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ Jesús ordenó: 'Quiten la piedra. Marta, hermana del muerto, le dijo: 'Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Jesús dice: Quitad la piedra. Le dice Marta, la hermana del que había muerto: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Dice Jesús: 'Quitad la losa'. Marta, la hermana del difunto, le dice: 'Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días'.

Juan 11:39 Referencias Cruzadas

Juan 11:17

A su llegada, Jesús se encontró con que hacía cuatro días que Lázaro estaba muerto.

Marcos 16:3

Iban diciéndose: '¿Quién nos rodará la losa de la puerta del sepulcro?'.

Salmos 49:7

que confían en sus riquezas y presumen de su gran fortuna?

Filipenses 3:21

el cual transformará nuestro cuerpo lleno de miserias conforme a su cuerpo glorioso en virtud del poder que tiene para someter a sí todas las cosas.

Génesis 3:19

Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado; porque polvo eres y en polvo te has de convertir'.

Hechos 2:27

pues tú no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu fiel amigo vea la corrupción.

Salmos 49:14

Tal es la suerte de los que en sí confían, el fin de los que en sus discursos se recrean:

Salmos 49:9

Por costoso que sea el rescate de la vida, ella terminará para siempre jamás.

Génesis 23:4

'Yo soy extranjero y emigrante entre vosotros; dadme una sepultura en propiedad para enterrar a mi difunta'.

Hechos 13:36

Pues bien, David, después de haber cumplido durante su vida la voluntad de Dios, murió, fue sepultado con sus padres y vio la corrupción.

2 Corintios 2:16

para éstos, olor de muerte que mata; para aquéllos, olor de vida que da vida. ¿Y quién está a la altura de tal misión?