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Jonás 4:2 - Biblia Martin Nieto

2 y se encaró así con el Señor: 'Ah, Señor, ¿no lo decía yo ya cuando estaba todavía en mi tierra? ¿Y no fue por esto por lo que me apresuré a ir a Tarsis? Yo sabía que tú eres un Dios clemente, misericordioso y paciente, lleno de compasión y pronto a arrepentirte de las amenazas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto? ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Se dirigió a Yavé y le dijo: 'Ah, Yavé, es exactamente lo que yo preveía cuando estaba todavía en mi tierra, y por esto traté de huir a Tarsis. Yo sabía que tú eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y lleno de bondad, siempre dispuesto a perdonar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y oró a YHVH diciendo: ¡Oh YHVH! ¿No era esto lo que decía yo estando aún en mi tierra? Por eso huí a Tarsis, porque sabía que Tú eres clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, que desistes de dar castigo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y oró así a Yahveh: '¡Ah Yahveh! ¿No era esto lo que yo me decía cuando aún estaba en mi país? Por eso me apresuré a huir a Tarsis, pues sabía que tú eres clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en bondad, y que te arrepientes del mal con que amenazas.

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Jonás 4:2
24 Referencias Cruzadas  

Mas tú, Señor, misericordioso y compasivo, paciente y lleno de amor y de lealtad,


El Señor es tierno y compasivo, paciente y lleno de bondad;


Señor, tú que eres bueno y que perdonas, lleno de piedad para los que te invocan,


¿Qué Dios hay como tú, que quite el pecado y perdone la culpa al resto de tu herencia? No mantendrá su cólera por siempre, porque ama la misericordia.


pero si esa nación, contra la que he hablado, se convierte de su iniquidad, también yo me arrepiento del castigo que iba a ponerle.


Y el Señor se retractó del mal que había dicho que iba a hacer a su pueblo.


Él, el misericordioso, en vez de destruirlos, perdonaba sus faltas; muchas veces su cólera contuvo y no dejó correr todo su enojo;


Por esto el Señor se arrepintió y dijo: 'No sucederá'.


Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, tuvo compasión de ellos y no llevó a cabo el mal con el que los había amenazado.


Jonás partió, pero para huir a Tarsis, lejos del Señor. Llegó a Jafa, donde encontró una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia del Señor.


Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.


Por esto el Señor se arrepintió y dijo: 'No sucederá'.


Vuelve con nosotros, Señor. ¿Hasta cuándo? Ten piedad de tus siervos.


Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: '¿Quién es mi prójimo?'.


Tú me has seducido, Señor, y yo me he dejado seducir; has sido más fuerte que yo, me has podido. Me he convertido en irrisión continua, todos se burlan de mí.


pues el Señor, tu Dios, es Dios misericordioso, que no te abandonará, ni te aniquilará, ni se olvidará de la alianza que juró a tus padres'.


El Señor es misericordioso y compasivo, el Señor es paciente y todo amor;


Así, pues, enmendad vuestra conducta y vuestra manera de obrar, escuchad la llamada del Señor, vuestro Dios, y el Señor retirará la desgracia con que os ha amenazado.


Si seguís en este país, yo os edificaré y no os destruiré, os plantaré y no os arrancaré, pues me pesa el castigo que os he dado.


A lo mejor Dios cambia de parecer, se aplaca el ardor de su ira y no perecemos'.


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